Abriendo las piernas a el padre de mi amiga. - Relatos Eróticos

Abriendo las piernas a el padre de mi amiga.

Abriéndole las piernas al papá de mi amiga.
Mi nombre es Veronica, mi historia inicia cuando estaba estudiando el último año de la prepa.
En el instituto estaba trabajando el padre de mi amiga que es albañil, es un señor alto, medio gordito y bien vergudo.
Siempre que me veía pasar estando sola, me decía uno que otro piropo. Obviamente cuando estaba con mi amiga era bien respetuoso.
El estaba trabajando en el tercer piso, haciendo unas aulas.
Fui a buscarlo porque no sabía dónde estaba mi amiga, cuando estaba subiendo  la escalera me llegó un mensaje que decía que se fue con su novio y que cualquier cosa estaba con ella.
El señor escuchó mi voz y me dijo sube, ya subí con él y estaba echando un taco, eran como la una de la tarde y ya las alumnas y maestros se iban a sus casas, la escuela solo tenía un turno.
Me preguntó por su hija, le dije que pensé que estaba ahí, me dijo ya se ha de haber ido a casa.
Me ofreció un taco, según traía comida para él y para su hija. ( En mi mente pensé su hija estará tragando verga en estos momentos con su novio).
Y estuve comiendo con él, me sirvió un vaso de coca cola y estuvimos platicando.
Subió el conserje que ya se iba y le encargó al papá de mi amiga que cuidará la escuela y cuando me vio, me preguntó y tu amiga le dije que pensé que estaba aquí con su papá, pero que ya se iría a su casa.
Cómo vio mi plato y mi vaso no dijo nada  además ya nos había visto con mi amiga y su padre comiendo en otras ocasiones.
Se fue el ...

... conserje y me dijo no se te antoja una cerveza, si claro, bajo y fue a la tienda regresó con unas latas de modelo.
Me destapó una, seguimos platicando.
Después me fui a mi casa y le dije que no le contara nada a su hija de que estuvimos platicando y tomando cerveza.
Así pasaron varios días, me pidió mi teléfono y comenzamos a platicar por medio de WhatsApp.
Un día nos quedamos adentro de la construcción, me agarró de mi cintura y comenzó a besarme, así seguimos besándonos. Después comenzó a acariciar mis senitos. Primero sobre mi camisa, después ya más atrevido, metía sus manos debajo de mi brasier. Obviamente sobre mi uniforme, después ya me quitó la camisa y después mi brasier y me dijo que tenía unas chichotas.Gracias por el cumplido, le dije, pensé que estaban chiquitas.
Total en menos de un mes ya estábamos hasta encuerados en la construcción, tuvo que poner como un tejadito para que estuvieramos más comodos.
Yo sabía que quería estar a solas conmigo, tan solo mordiéndome el labio inferior del gusto que sentía con el leve roce de aquella vergota sobre mi vagina, desde luego, no era igual que cuando me lo hacía yo, con mis dedos, tan torpe que era aún. Así terminaban nuestras sesiones de amor. A veces se masturbaba y dejaba su leche sobre mi pancita.
Volvió a besarme y toquetearme las tetas. Yo ya no estaba excitada, tenía miedo y quería irme pero no me lo permitió, me dijo que ahora no podía que estaba por venir lo mejor, que no tuviera miedo, que iba a acariciarme como ...