1. Padre enamorado y en apuros 4


    Fecha: 15/03/2019, Categorías: Incesto Autor: chelo212, Fuente: SexoSinTabues

    ... despedía y me hacía perder el control. Subí por su estómago con mis labios lentamente, y mis manos allanaban el terreno levantando su remera hasta la altura de sus axilas. Sus pechos quedaron a la vista, de una hermosura única, sus pezones duritos de un marroncito claro y aureola pequeña, fueron atacados por mi boca , que ya impaciente buscó saciar el anhelo de meterse cada uno de esos botones , succionando , lamiendo y cada tanto pellizcando con los dientes. Mi hija se revolvía debajo de mí como queriendo escaparse, este placer nuevo era demasiado torturante y no lo podía controlar. Ahora engullo todo lo que puedo uno de sus pechos y los voy liberando lentamente mientras lo raspo con mis dientes hasta llegar a su pezón , al que le doy un pequeño mordisco y luego un potente chupón. Alterno con su otro pecho y repito la acción una y otra vez, la sensación que provoca en su cuerpo la esta llevando al delirio, su cabeza se sacude a ambos lados y me pide por favor que me detenga, pero yo hago caso omiso de sus súplicas, por el contrario ,refuerzo mi acción en sus tetas. Gabriela se quejaba, jadeaba como si fuese a llorar y no dejaba su cuerpo quieto, sus manos no sabia que hacer con ellas, cada tanto me tomaba de mi nuca y por momentos clavaba sus uñas en mi espalda. Sin detener la tarea a la que estaba abocado, logro separar sus piernas utilizando mis rodillas, y con mis manos logro indicarle como abrirlas para tener el mayor acceso posible a su entrepiernas. Coloco ambas ...
    ... manos completamente abiertas sujetándola por el interior de sus muslos, presionando hacia afuera, y de esta manera se ve forzada a llevar sus rodillas flexionadas y teniendo sus tobillos cerca de su vulva. Ahora con ambos pulgares comienzo a acariciarla en forma circular sobre su vulva pasando en forma alternada sobre su clítoris. Su tanga está tan mojada que mis dedos ya casi no resbalan , por lo que decido correr a un lado la tela que cubre su intimidad, me despojo por un momento de sus senos para contemplar el maravilloso espectáculo de sus labios vaginales danzando al ritmo de mis movimientos dactilares. Un hilo húmedo como si fuese baba ya recorre desde su vagina pasando por su ano el cual parece que estuviese latiendo por la forma en que se expande y contrae . A esta altura mi pene estaba a punto de reventar dentro de mi short, en otro momento no lo hubiese pensado dos veces y la perforaría de una, pero he esperado tanto que lo quiero disfrutar todo lo posible. Usando los mismos pulgares separo todo lo que puedo sus labios mayores , exponiendo esa perlita suave de color rosa , y es mi boca la que se adueña de su clítoris, succionándolo como si de un caramelo se tratase, castigándolo con mi lengua, sobándolo con mis labios . Gabriela prácticamente imploraba que la dejara, porque se estaba por orinar, señal que su climax se aproximaba, su estómago ondulaba como si provocara olas , sus contracciones la sacuden violentamente, por lo que se incorpora a medias quedando apoyada ...
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