Mi amor por las grandes vergas - Relatos Eróticos

Mi amor por las grandes vergas

Mi nombre es Ruth vengo de un pueblo pequeño, desde que tengo 15 años me a gustado el sexo, primero molestaba a mis compañeros pero ellos no sabían nada y la tenían muy pequeña, hasta que un profesor me metió a su cuarto y tuve mi primera experiencia con una polla grande, al principio me dolia, pero llegue a disfrutarlo mucho, desde ahí siempre busque hombres con penes enormes, me encantaba tratar de meter enormes penes en mi boca y que rompieran mi vagina. Así pase mi adolescencia y me fui a la ciudad a estudiar
Mi cuerpo siempre quería más y eran pocos los hombres que podían complacerme, ya a mis 35 años estaba en mis mejores años, con una estatura de 1.60 morena de pelo largo y coqueta natural con pechos normales pero muy caderona, no me faltaban hombres, pero sexualmente estaba frustrada quería algo grande.
Cuando regrese a mi pueblo de visita, me encontré con un primo con el cual ya había tenido relaciones de niños, me invito a pasear sobre su caballo preferido, era uno color café muy docil, me divertí mucho, ya había decidido premiar por el paseo a mi primo, cuando nos despedimos vi algo que me intereso mucho su caballo comenzó a tener una erección enorme, su miembro parecía mi brazo, eso me éxito muchisimo mi vulva se empezó a calentar. 
Como el caballo era dócil, se lo pedí prestado a mi primo para dar un paseo, mi primo dudo, pero en ese momento lo convencí con una mamada.
Me lo presto, espere a la tarde donde todo el mundo trabajaba y me lo lleve a un lugar ...

... alejado que sabia que estaba vacío, primero lo acaricie por todo su lomo y acostumbrado a la gente se dejo hacer, comencé a tocarle su miembro, al principio parecía que no funcionaba pero pasando saliva por mi mano y masturbando su miembro empezó a salir como un hongo oscuro, fuerte, largo y duro. 
Ya estaba caliente, me fije en los al redores, me desnude por completo, mi concha estaba toda húmeda pase mi mano y tome mis jugos y se los hice oler al caballo, con eso mismo comencé a masturbarlo, el se quedaba quieto pero su erección me decía que quería cooperar, me frote por su cuerpo mis pechos en su lomo, tome su miembro y lo pase por mi vulva caliente, me puse bajo el caballo tome su miembro no soporte más y comencé a lamerlo, le empezaba a salir líquidos que me calentaban más, quise metérmelo en mi boca, pero no cabía, me acomode en un banquillo y comencé a pasar su miembro como si me estuviera follando, estaba por terminar, pero me resistí, quería meterme ese enorme miembro en mi vagina, quería sentirlo dentro, me acomode bien, mi abrí todo lo que pude, y empecé a follarme yo sola con el miembro del caballo, me entro y quise presionar más pero ya no era físicamente imposible, el caballo también estaba disfrutando, lo sé porque sentía en mi interior que su miembro tenia espasmos, lo que me decía que estaba a punto de venirse, mi mano estaba llena de fluidos, no sabie si eran mios o del caballo, tuve orgasmo el mejor de mi vida, el caballo también estaba a punto de terminas, ...