Por fin mi mamá acepto coger conmigo - Relatos Eróticos

Por fin mi mamá acepto coger conmigo

... que tiene la panocha busque su clictoris se lo chupe dijo que delicia hijo sigue me está gustando  chupe su panocha cerrada por el poco uso que le daba mi padre mi madre era muy tradicional muy católica no tenía amigas ni amigos ni iba a bailes ni a distes solo si yo iba con ella después de chupar un rato su vagina me acomode entre sus piernas dijo con cuidado hijo tiene mucho tiempo que no cojo con nadie ya bien lubricada de forma torpe comencé a penetrarla era un poco complicado por gran mata de pelos que tenía aún así se la metí toda puso los ojos en blanco tuvo un orgasmo despacito comencé a cogerla mi mamá decía oh dios que delicia me encanta tu verga mientras entraba y salía sentí que no iba aguantar mucho por lo cerrado que tenía la panocha mi madre no pude mas inunde su vagina con una gran cantidad de leche en su vagina se agarró su vagina se chupo los dedos se medio limpio y se acomodo de perrito dijo ahora así cógeme mi amor nunca me han cogido así abrí sus nalgas y su panocha y la penetre entro ajustada mi verga comencé el mete y saca a un buen ritmo tomándola de su cintura dándole de nalgadas metiendo mis dedos en su vagina mi madre se corrió en mi verga .sus jugos escurrían de su panocha peluda me volví a vaciar adentro de su vagina mi madre estaba encantada como la estaba cogiendo me dijo tenía dudas que pudieras conmigo veo que puedes y hasta te sombra el deseo y el morbo de saber que ...

... estaba cogiendo a mi propia madre me tenía muy caliente no se limpio ni nada se acostó bocarriba puso sus piernas en mis hombros y la penetre solo éramos ella y yo y una cama para saciar nuestra calentura y nuestros deseos carnales como hombre y mujer la cogí unos minutos nos venimos juntos los dos me acosté se monto en mi verga tenía los pelos de su panocha embarrados de leche ya tenía la verga entimida tanto cogerla y ella estaba rosada por el poco uso que tenía su panocha vi esa gran mata de pelos que cubren su panocha y no pude mas ante sus movimientos infernales era una máquina cogiendo terminamos juntos nos besamos agarro un pedazo de trapo limpio mi verga y se limpio se abrochó la falda le dije quiero que la próxima vez que cojamos te pongas esa mini me pone muy caliente no dijo nada se fue a terminar de preparar la cena había un ambiente raro entre ella y yo la cama tenía una mancha de su leche y mi leche nunca había cogido así vi sus nalgas paraditas con su vientre y esos pechos imponentes todo muy firme le di una nalgadas no me dijo nada cenamos y cada uno se fue a su cuarto a dormir ya nuestras vidas habían cambiado para siempre al otro día era un sábado cuando desperté estaba en el huerto ya bañada con una blusa blanca y una falda roja hasta las rodillas muy pensativa se debatía entre el desti el amor y la lujuria el pecado me dio de desayunar no hubo comentarios de lo ocurrido la noche anterior