Con un macho de rancho recobre el placer de coger - Relatos Eróticos

Con un macho de rancho recobre el placer de coger

A los treinta años ya divorciada regrese al pequeño pueblo que me vio nacer donde aún viven mis abuelos maternos contaba con dos semanas libres fue en un recorrido que estaba haciendo por la orilla del rio que por el intenso calor se me antojo meterme en sus aguas al principio solo me levante el vestido pero al sentirme incomoda me lo quite después de un rato y mirar a todos lados me quite el brassier mis pezones al contacto con el agua fría se pusieron duros volví a mirar al no encontrar presencia de nadie también me quite la tanga estaba tan absorta lanzando agua en mi cuerpo cuando al mirar de nuevo ya se encontraba ahí parado un hombre con los pantalones abajo meneando su verga trate de cubrirme con mis brazos y correr a donde estaba mi ropa pero se encontraba justo donde la había dejado, lleno de cinismo me dijo, no se espante veo que se encuentra tan caliente como yo hay dos opciones me meto al agua para bajar mi temperatura o nos la quitamos cogiendo aquí delante tengo mi jacal usted decide
Después de varios años sin coger me estremecí y sentí calor en mi panocha entonces le dije deja que ...

... me ponga el vestido y vamos a tu jacal
Prácticamente iba desnuda sintiendo mi panocha palpitar ahí dentro de su jacal solo tuve que quitarme el vestido mientras se quitaba la ropa al ver su verga con mayor detenimiento me di cuenta que no es tan grande como la mire al principio en realidad mede 20 cm. Dos cm. Mas grande que la de mi ex empinada como más me gusta en la rustica cama aquel macho me fue metiendo la verga a pelo por falta de condón dicen que es la adrenalina lo que recorre el cuerpo cuando coges con un desconocido lo que hace que sientas placer extremo y eso estaba experimentando le fui diciendo vamos macho dame todo lo que tienes esta verga es la que necesitaba dámela toda y muévete rico con los bombeos fueron llegando los orgasmos me vaciaba literalmente fui capaz de darle tres de ellos su corrida la hizo adentro de mi ardiente panocha me dejo complacida pero no satisfecha fue que le pedí que me cogiera otra vez lo que hizo no solo otra vez me metió la verga esa tarde cuatro veces regrese con mis abuelos siendo otra mujer ya no melancólica ahora tenía en mi rostro una enorme sonrisa