1. alana de viaje en el bus


    Fecha: 26/10/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: IAcreador, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X



    Alana, una streamer y boxeadora amateur conocida por su espíritu aventuroso y su personalidad carismática, decidió tomar el autobús en un día caluroso, vestida con unos leggins ajustados sin nada debajo; la tela ceñida realsava cada curva de su cuerpo, especialmente sus labios vaginales, que se marcaban sutilmente contra la licra. El autobús, usualmente vacío a esa hora, comenzó a llenarse lentamente, y para su suerte o desgracia, el hombre que se posicionó detrás de ella era un señor mayor, corpulento y con una evidente protuberancia entre sus piernas que no dejaba de rozarle el trasero. Alana podía sentir cada movimiento, cada roce, y su cuerpo respondía inexplicablemente, calentándose con cada contacto. Inconscientemente, comenzó a frotarse sutilmente contra él, disfrutando de la presión en su zona más sensible.
    El hombre, notices su excitación, decidió tomar el control de la situación. Con movimientos discretos, sacó su miembro erecto de 25 centímetros y lo colocó entre los muslos de Alana, frotándose lentamente contra ella a través de la tela de sus leggins. Ella, tratando de mantener la compostura en público, disfrutaba en silencio, sus mejillas sonrosadas y su respiración acelerada delataban su estado. El hombre, alentado por su reacción, comenzó a bajar lentamente sus leggins, exponiendo sus nalgas redondeadas y vulnerables. Alana, ya completamente húmeda de anticipación, se ...
    ... volteó ligeramente y le susurró al oído: " Métemela." Con un único y firme movimiento, él la penetró profundamente, llenándola por completo. Ella tuvo que taparse la boca para ahogar sus gemidos, cada embestida la acercaba más al éxtasis, sus músculos internos apretando su miembro mientras él se movía dentro de ella.
    El autobús continuaba su ruta, balanceándose levemente con cada curva, añadiendo un ritmo adicional a sus movimientos. Alana, perdida en el placer, apenas podía mantenerse erguida, sus piernas temblando con cada embestida. El hombre, con una mezcla de lujuria y ternura, la sostenía por la cadera, asegurándose de que cada movimiento fuera profundo y deliberado. "No pares," susurraba ella entre gemidos, su cuerpo rogando por liberación.
    Finalmente, con un último y poderoso empujón, el hombre alcanzó el clímax, llenándola completamente con su semen caliente. Alana sintió cada pulsación, su propio orgasmo desbordándose en oleadas de placer mientras se apretaba contra él, tratando de prolongar la sensación. Con respiraciones entrecortadas y cuerpos sudorosos, comenzaron a recomponer su ropa, sonriendo satisfechos por el encuentro furtivo y apasionado que habían compartido en medio del bullicioso autobús. Alana, con las mejillas aún sonrojadas y los labios hinchados, se bajó en la siguiente parada, llevando consigo el recuerdo intenso y prohibido de aquel acto de pasión inesperada. 
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