SHOW DE HIPNOSIS EN CRUCERO - Relatos Eróticos

SHOW DE HIPNOSIS EN CRUCERO

El gran día había llegado, estábamos en sala de espera con nuestros equipajes, listos para que el curso 6A de secundaria conformado por 41 jóvenes embarcarse en un crucero por el caribe, como el plan de la excursión del colegio. Cómo se supone no acomodaron en camarotes de 4 personas por lo que junto con mis amigos hicimos la maña para que el grupo de amigos (Checho, Tonio, Alfredito, y yo Andru) quedaramos en el mismo camarote, por supuesto eso garantizaría que la íbamos pasarla bueno.
Esa misma noche nos llevaron al primer evento del crucero un mini-carnaval donde hubo comida y un show de bailarines de salsa, lo cual  estaba entretenido pero se puso mejor cuando del público sacaron una despampanante rubia, un mujeron de 1,80 a lo sumo, grandota esbelta y llena de atributos que se hicieron notorios para toda la comunidad masculina; Cara bonita, con unas patotas, unas tetotas y culazo que contoneaba al ritmo de la música por supuesto más de uno incluyéndome tuvimos que grabarla, pues era un espécimen difícil de ver y encontrar,  el bailarín se veía pitufo al lado ella, toda una Yegua que más de uno no solo envidiaba por bailar sino por montarla literal.
Ella estaba aparentemente acompañada por su familia padres y un niño que al oír mamá aclaramos tristemente que era la madre del niño y que seguramente habría un compañero, pero al parecer en una buena parte de la noche se vio solita, sin dueño lo que podría indicar que fuera madre soltera. Lo que nos animó a sacarla a ...

... bailar, ¿qué podría pasar?  negarse?, pero todo lo contrario la yegua mansita aceptó bailar conmigo y al levantarse de la silla todo ese mujeronon uff.  Me puso nervioso era la primera vez que me tocaba mirar para arriba al bailar con una mujer fuera de eso se sentía mucho más carnosa que yo y sus brazos, piernas podrían ser enredaderas para mí, pues era evidente que ella podría apretar bueno, mientras uno la taladra, y mientras pensaba todo eso, ella me pregunto cómo me llamaba a lo que medio le respondí porque estaba nervioso, no me atreví a decir nada más en ese minuto de baile solo tuve una dato nuevo olía  a flores, olía sabroso.
Esa noche se pasó de lujo gracias a la monota, garantizo la paja de antes de dormir, solo que nos dejó más inquietos, porque si algo tenía mal la excusión es que el crucero no había lugar al lenocinio, por lo que la plática de los condones se perdió.
Pero bueno igual no todo es sexo, al día siguiente fuimos hacer a deportes náutico y luego al casino donde juagamos un poco y ganamos un poco también, al medio día fuimos a piscina donde sin proponerlo vimos en la distancia a la yegua jugando en una de las piscinas con su hijo.
Al verla en traje de baño de dos piezas negro eso fue como ver el almuerzo con hambre, creo que a todos se nos abrió aún más el apetito y creo que nuestras miradas fueron tan evidentes que la yegua se fue del lugar, algo intimidada ella pues procuro cubrirse con una toalla, seguro se dio cuento que más de uno de nosotros la ...