Relatos eróticos esposos cómplices cap 209 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 209

Hola, soy Gaby con 50 años de edad, casada con Daniel y con 5 hijos hombres tratando de buscar a la hija mujer 

Nos casamos  a los 25 años después de tutularnos, él de ingeniero y yo de profesora de inicial, profesión que nunca inaugure por qué más me gustaba el trabajo de mi casa.

La verdad les cuento con mucha vergüenza lo que me pasó hace 15 años y hasta hace 2 años en que leí Relatos Eróticos y viendo que mi caso es algo casi normal logré sentirme tranquila, tanto así que decidí transcribir lo sucedido amparada en el anonimato.

Yo me cansé virgen pero habiendo tenido 2;enamorados que de mamadas y apretones no pasábamos. Él si había tenido 5 enamoradas y relaciones con dos de ellas.

Coincidimos con mi esposo en todo, hasta nuestra calentura logrando tener 5 hijos con diferencia de un año, deteniendo nos cansados de esperar la hija mujer.

No me quejo de nada por qué tengo un buen marido y 5 buenos hijos.

Cómo les dije me gusta asear mi casa, cambiar de sitio las cosas, comprar uno que otro adorno para ver mejor mu casita. También me gusta ir al mercado comprar para la semana y cocinar con uno y otro postre  también tener aseados y limpios a mis hijos para que vayan limpios y con sus tareas ok al colegio. Asu como tener los dormitorios limpios y ordenados.

Asu terminaba el día feliz con la tarea cumplida para darnos con gusto unos cuantos polvos con mi marido.

Pero en ésta rutina a los 10 años de casados en que en mi seción diario de baño con mis ...

... hijos.
A las 6 de la tarde con mi ropa corta de faena sentada en el muro de la ducha ví entrar a mi hijo mayor algo molesto por qué no le gusta el agua.

Al entrar me paré como siempre abrí la ducha milandoles primero el cabello siguiendo por la espalda y luego el pecho. Pero al bajarle la truza saltó su verga larga completamente dura saltó quedándose bien parada.

Me quedé congelada sin saber que hacer. Si lo dejaba para que se bañe sólo podía afectarlo psicológicamente pero si seguía tenía que sobarle su verga dura.

Yo yá le había visto su tamaño grande y lo atribuir a los genes de su padre que también es de buen tamaño, pero ésta vez estaba como cuando se pone el hombre antes de tener relaciones sexuales.

En los segundos siguientes nos miramos los dos a la cara. El estaba colorado, agitado y con ojitos de asustado queriendo llorar y cómo me vería él que sólo agachó la cara.

Aproveché en echarle champoo y mientras le restregaba la cabeza aprovecha a en verme bien su verga yá que él tenía los ojos cerrados 

Después de 3 minutos y haber disfrutado bien mi vista comencé a echar jabón a su cuerpo con mi mano y al llegar a tocar la verga la sentí bien dura 

Al maniobrar se endureció más fuerte mientras yo luchaba para no pensar oecanunosamente pero más podía la satisfacción de sentir una segunda gran verga de mi vida en mis manos y era tan grande como la de mi marido.

El morbo me envolvió y comencé a correrle la paja como se la hago a veces a mi marido y mi ...