Terminando el festejo de cumpleaños de mi tía ( parte final ) - Relatos Eróticos

Terminando el festejo de cumpleaños de mi tía ( parte final )

... placer como agradecimiento por tu silencio..!

Lo volví a colocar en la entrada de su culo, con mano lo dirigí y empujé con más fuerza estaba muy apretado aún así hubiera introducido mis dedos en el y hasta que por fin poco a poco la cabeza de mí verga comenzaba a abrirse paso y con ayuda del lubricante se fue deslizando ya dentro hasta tenerlo todo encajado en su culo.

Y mí tía emitia pequeños pujidos pero no daba signos de de resistencia ni molestia y, sentía el calor y palpitar de su culo, aún no bombeaba y sentía las contracciones de su ano, cuando la escuché pidiéndome que metiera mí verga eso me sacó del éxtasis en que me encontraba, así que comenzaba a darle varias embestidas en su recién desflorado ano, me apretaba ran rico y gemia como loca diciendo que le gustaba de como me la cogía por el culo mí mano fue para sus cabellos y sujete como sí fuera la rienda de una yegua.

-! Ayyy que rico es cachar contigo tía, nunca me olvidaré de este día..ahh..ahh..!

La tenía en cuatro patas y sentía su culo más suelto y mis embestidas eran más rápidas y violentas mientras la jalaba de su cabello y ahí mí tía gemia como una perra en celo me pedía que la siguiera cogiendo hasta ...

... que ella llegó a tener un orgasmo muy fuerte que parecía que sé le iba la vida y tembló todo su cuerpo. Y mí verga no demoró demasiado en expulsar ahora abundante leche en su culo y llenandoselo así que después caímos rendidos del cansancio y luego pasaron unos 20 minutos y recuperonos el aliento. Vimos e reloj era hora que volviera a mi casa nos vestimos y antes que me fuera me abrazó fuertemente y me dijo que ella tampoco iba a olvidar éste día, le pregunté entonces que no podía volver ni siquiera a visitarla como su sobrino y me dijo.

-!  Es mejor que no,  cuando vengan tus padres a conocer al nuevo miembro de la familia y ahí puedes venir junto a ellos y conocer a mi hijo.!

Regresé a ver a mi tía Alejandra cuando mí tío nos invitó a conocer a su hijo, estábamos en la mesa almorzando y mí mamá sonriente le dijo a su hermano que su hijo se parecía mucho a mí cuándo era un bebé y que cuando creciera un poco más sería igual que él, porque ambos salimos muy parecidos al abuelo. Nunca más volví a tocar a mi tía porque luego se fueron a vivir a Arequipa, pero siempre guardaré en mí memoria el recuerdo de su caliente vagina y el apretado culo que disfruté hasta el último día de vida.