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Ari: Prisionero de Mi Piel XI
Fecha: 04/11/2025, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: EntreLineas, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Yo sabía que tarde o temprano algo así iba a pasar. Vivir con secretos quema por dentro… y siempre termina explotando. Una tarde, mientras trabajaba en la computadora, escuché a mamá llamarme desde la sala. Su voz sonaba diferente, con ese tono que mezcla preocupación y enojo. —¡Arian! —gritó—. Ven un momento. Me levanté despacio, con el corazón encogido, y al llegar vi que tenía en las manos un sobre del banco. Lo abrió delante de mí y desplegó el estado de cuenta de mi tarjeta. —¿Qué significa esto? —me preguntó, mirándome fijamente. Bajé la mirada, sentí que la sangre me abandonaba. Una lista interminable de compras: ropa de marca, bares, restaurantes, hasta pagos en moteles. Yo jamás había puesto un pie en esos lugares. Ella lo sabía. —Mamá, yo… —intenté hablar, pero mi voz salió quebrada. —¡Explícame! —me interrumpió—. ¡Tú no sales! ¡Tú no compras nada! ¡Siempre estás aquí encerrado trabajando! Entonces… ¿quién está gastando tu dinero? Tragué saliva, me quedé en silencio. —¿Es una mujer, verdad? —dijo de pronto—. Alguna vividora que se está aprovechando de ti. Que viene a la casa cuando yo no estoy… que gasta tu plata como si fuera suya. Sentí un escalofrío recorrerme. Si tan solo supiera… Si tan solo imaginara que no era una mujer, sino Jordan, el chico del barrio, ese gigante de ...
... diecinueve años que los vecinos ya habían visto entrar y salir de casa en moto. —Los vecinos me lo han dicho, Arian —continuó—. Que ven entrar a alguien cuando yo no estoy. Y yo pensé que era una amiga, una enamorada tuya. ¡Hasta me alegré! Porque ya es hora de que tengas pareja, de que tengas vida… ¡Pero no así! ¡No alguien que te vacía las cuentas y se aprovecha de ti! Me temblaban las manos. Cerré los ojos un segundo, deseando desaparecer. —Mamá, no es como piensas… —susurré. —¿Entonces cómo es? ¡Explícame! No pude responder. No tenía fuerzas. Decir la verdad era imposible. Que el que me tenía atrapado no era una mujer, sino un muchacho que todos en el barrio conocen. Que no era una novia interesada… sino un macho que me vuelve loca mi dueño. Mamá me miró largo rato, esperando una confesión. Pero yo solo bajé la cabeza y me dejé caer en el sillón, mudo, con lágrimas asomando. Ella suspiró, negando con la cabeza. —Hijo… no quiero verte así. Si esa chica no te conviene, tienes que dejarla. No importa si la quieres… una mujer que te usa nunca será buena para ti. Y ahí, escuchando esas palabras, el dolor se me multiplicó. Porque, aunque ella no lo supiera, aunque pensara en una mujer fantasma, la verdad era mucho peor: Jordan el chico problema del barrio, yo no quería dejarlo… no podía.
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