Me masturbé observando a la mamá de Eusebio
Fecha: 18/08/2017,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Ortiz, Fuente: CuentoRelatos
Eusebio y yo somos amigos desde el primer grado de estudio, y recuerdo desde pequeño ya me gustaba su madre, fuimos creciendo y ya siendo adolecentes recuerdo que cada fin de curso, ellos me invitaban a irnos de vacaciones a su chalet, que tenían en el pueblo de sus abuelos
La madre de Eusebio es una mujer hermosa, actualmente tiene 41 años, pero un cuerpazo estupendo, unas tremendas tetas y un culazo espectacular, cada verano nos vamos de vacaciones a su chalet que está bastante bien, el padre nos lleva a los tres y luego él se devuelve a la ciudad y allí pasamos unos 20 días.
Ellos son de origen portugués, así que cada vez que vamos al chalet se la pasa ella en la piscina tomando el sol ya que es de piel muy blanca y se pone un bikini pequeñito que deja ver esas hermosas tetas y la parte de abajo se nota sus labios vaginales que se ve que son grandes, y la parte de atrás se le mete en la rajita de su culo yo enseguida me tengo que meter en la piscina para que no se me note mi verga parada.
Luego cuando subo al baño me hago tremenda paja pensando en ella, ese verano me acuerdo que cuando bajamos al pueblo conocimos a dos muchachas y enseguida Eusebio se enredó con una, la verdad la otra no era muy bonita así que yo nada, a los días hicieron una fiesta en la casa de una de ellas y fuimos.
Eusebio la estaba pasando muy bien mientras yo solo pensaba en su madre, así que como a media noche le dije que me iría a dormir.
Al llegar a la casa, entré, me dirigí a ...
... tomar un poco de agua, y al rato apareció la madre, se asustó al encender la luz y verme allí.
Madre: Luis que haces aquí me asustaste no estabas con Eusebio en la fiesta.
Luis: si Sra. la cosa fue que tenía sueño y me vine.
Madre: y no sabes cuándo va venir Eusebio.
Luis: no sé, no me dijo.
Mientras yo estaba nervioso hablando con ella porque llevaba puesto un pijama que se le trasparentaban sus pezones y se veían rosaditos y paraditos, y la parte de abajo del pijama era un short pequeño que igual se trasparentaban y dejaban ver sus bragas que eran de color negras, y al voltearse y abrir la nevera para agarrar el agua se dibujaban sus bellas nalgas que le salían de su short.
Menos mal que había un baño cerca de la mesa que agarre rápido para que no se notara el bulto en mi pantalón y me tapé, porque esa verga la tenía a reventar y me senté rápido, ella seguía medio agachada en la nevera buscando yo no sé, y empinando ese culo más y ya se le salía media braga por lo corto del short.
Me armé de valor, me acerqué por detrás de ella sin que se diera cuenta y le recosté en ese bello culo mi verga parada, ella pegó un brinco, se volteó y me cacheteó, diciendo que hacía, si estaba loco, como podía hacerle eso.
Me disculpé y salí corriendo a mi cuarto, allí me acosté y recordé que mi verga estuvo recostada en la raja de su culo y me empecé a masturbar con fuerza.
Al día siguiente no quería salir del cuarto y mucho menos verle la cara a ella, pero Eusebio ...