melli 3 - Relatos Eróticos

melli 3

... agacha y la coge bastante brutalmente, pues parece que asi era como mas le gustaba a mama, al menos asi acostumbraban. Cuando se la entierra le dice que estrechita estas Lia, es que me desvirgaste Pablo, gracias, ningún chico lo quería hacer y tu me lo hiciste gracias, lo que si porque la sacaste al acabar, por miedo a embarazarte, con Moni lo hacemos asi. El regresó y yo con pasto y mis bombachas me seque su leche, no la probé, además estaba sangrando. Me meto mi pañuelito en mi dolorida concha y regreso al picnic. Había quedado recaliente no me dio tiempo a acabar, nunca se lo perdoné, cada vez que cogemos se lo hecho en cara, pobre, me dice es que estabas tan calentita y jugosa que me fui muy rápido. Cuando llegamos a casa voy a lavarme y ver mi pañuelo, como la sangre se secó, estaba pegado, moverlo me hacia ver las estrellas, a mi hermana no le podía decir, me voy a lo de una amiga, nos encerramos en el baño y puso agua en la bañera y me sente allí, el agua diluyó la sangre seca y ella amorosa me retiro mi pañuelito, sabes fue tan buena que me lambio y recién pude acabar sobre su boca. Tia y lo hicieron seguido, no tanto como hubiese querido, pues si nos pescaba tu madre nos mataba. Pero el estaba enamorado de ella, y?, si, como hacia? Y tu?, a mi no me importaba, yo quería perder el virgo para coger con todos mis amigos, pues me reuian al saber de mi virginidad. Lo siguieron haciendo?, si claro, tu padre es un potro, y cuando puede me coge. Pero hace mucho que no se ...

... ven, jaja, si vino para navidad, no te acuerdas?, a si y?, y me agarro agachada mientras tu mama vigilaba a tu amor y me cogió varias veces. Sabes esta en la plenitud del desarrollo de un macho, de aquí en mas decrecerá, como?, si hijo mas pijudo que ahora ya no será nunca mas. La tiene tan gorda que siento que me estira las entrañas cuando me perfora y por el orto, eso si que es doloroso. Ya sé, que sabes?, mi hermanita me contó, no me digas que también se culea a la nena?, no y le relate lo que tu me habías contado, recuerdas lo del celular. A todo esto aprovechaba cada vez que me excitaba para echarnos un bello polvito. Luego hablo de otros amores que tuvo, la mayoría sin importancia hasta que conoció al alemán, asi lo llamada a Horacio, el que fue su marido. El la trajo aquí, sus abuelos fugaron de Alemania con la guerra y se afincaron aquí, hicieron fortuna y sus hijos los fueron heredando, esta finca era una de las de Horacio. Me contaba que era un flaco rubio de ojos negros, una belleza, que calzaba una buena poronga y era al principio el macho ideal, contaba; yo no era muy agraciada, como ahora pero mas joven, flaca y muy calentona. Nos levábamos muy bien en la cama, y el era una maquina de coger, dos, tres, cuatro veces por dia, yo encantada. Lo mas hermoso que tenia eran sus huevos, siempre colgando pasaba horas con ellos en la boca, no se como podía concentrarse pues leia mientras yo se los chupaba. Rápidamente me embarazó, y yo contenta pues iba a ser mama, lo que ...