Fornico por segunda vez a una puta, que no me cobr
Fecha: 19/03/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Masturbación
Autor: zorro_en_celo, Fuente: xHamster
... lasciva.—¡que rico!, ¡dame rabo, cabrón!, ¡dame rabo! ¡dame rabo, cabrón!, ¡dame más rabo! —vociferaba Mónica muy salida.Volví a comerla más el coño para ponerla más loca, pues esto parecía gustarle mucho más.—¡oh, sí!, ¡sí!, ¡sí!, ¡sí!, ¡sí!, ¡sí!, ¡sí!, ¡que rico! —bramaba Mónica corrida de gustazo.Después de haberla comido el coño y hasta casi volverla loca, retomé el metisaca que le había dado placer a esta fulana obscena y la estaba jodiendo de lado.—¡jodeme!, ¡jodeme más!, ¡dame rabo, cabrón!, ¡jode a esta puta zorra!, ¡jodeme, cabrón! —chillaba Mónica lascivamente.Dejé de darla rabo para tocarla el coño brevemente y que se pusiera a cuatro patas cual perra salida.—¿quieres que te joda, zorra? —pregunté con lujuria.—¡dame tu rabo, cabrón ¡, ¡jódeme, canalla! —bramó Mónica lascivamente.La guarrona Mónica se puso a cuatro patas y no paraba de gemir, ulular y bramar con ganas de rabo.—¡vamos, canalla!, ¡clávamela! —ordenaba Mónica calientemente.— ¡toma rabo!, ¡gózame! ¡goza, guarra!, ¡toma polla, puta! —bufaba yo libidinosamente.Mónica recibía mis empellones lenta y libidinosamente y gemía como una cerda a la que estuvieran matando de placer y lloraba del gusto que tenía al recibir mi taladrante polla.—¡eres un hijo de puta traidor, me estás matando de gusto !, ¡eres un cabronazo!, ¡jodes como un actor porno!, ¡vaya rabo que tienes, maricón!, ¡me vas a romper! —jadeaba Mónica sin parar.Yo ...
... taladraba sin parar el muy agitado y bullente coñargón de esta puta fulana de Mónica que me insultaba sexualmente y me enardecía y me estaba gustando su chabacana bocaza de zorra depravada en celo.—¡eres un cabrón, Matt!, ¡me cago en tu puta madre, me estás matando de gusto, maricón!, ¡me haces llorar de gusto!, ¡qué bien sabes usar tu polla, cabrón!, ¡qué bien me estás jodiendo! —sollozaba Mónica corrida de gustazo.Le daba más empellones y Mónica me insultaba más y más y eso me ponía a tope y me encendía y mientras taladraba su chochazo agitado, le daba azotes en las nalgas y eso parecía gustarla.—¡eres un maricón!, ¡eres un cabrón, que bien jodes a esta puta guarra! —bramaba Mónica casi corrida de placer.Yo continuaba dando golpeando con mi rabo a su bullente y profundo coño de loba libidinosa y la golfa obscena de Mónica proseguía y permanecía lanzando y soltando "ayes" de placer carnal al tiempo que bramaba palabras soeces que me ponían más cachondo y libidinoso y me impelían a poseer más ese profundo y agitado coño de Mónica.— ¡métela toda la verga, métela!, ¡métela!, ¡uuuuuuuuuhhh!, ¡aaaaaah!, ¡métemela toda!, ¡métemela, cabrón!, ¡así toda!, ¡que rico! —aullaba Mónica de placer.Le di a su coño los últimos empellones y me corrí echando mi cremosa y pastosa lefa en las nalgas de Mónica.Finalmente, me vestí y allí la dejé con su careto de loba en celo con cara de haber disfrutado a tope.