1. mi feminizacion


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Transexuales Autor: karlaguadalupe, Fuente: xHamster

    ... el mundo. Desparramó el pilón de revistas sobre su cama de dos plazas y se tendió en actitud de hojearlas, invitándome a acompañarlo a hacer lo propio. Yo, encandilado por lo que veía, ni lo pensé y no sospeché las intenciones que abrigaba mi tío: veía su actitud como algo natural, como una muestra más de la complicidad que hacia rato venia creciendo en nuestras relaciones, porque ya éramos como compinches, era mi padre, mi hermano, mi amigo. Bueno, el asunto es que empiezo a hojear las revistas cada vez más excitado, experimentando una erección como las que desde hacía relativamente muy poco había empezado a tener (en realidad, tenía tan poca información sexual en comparación con la que tiene cualquier chico hoy en día, que ni siquiera sabía que "eso" era una erección ni qué finalidad tenía desde el punto de vista de la fisiología sexual).De pronto siento que mi tío, que a todo esto había ido aproximándose cada vez más hacia mí con la aparente intención de mirar las revistas conmigo, comienza a acariciar suavemente mis piernas (en esa época era usual que los chicos de mi edad usaran pantalones cortos, dejando al descubierto la casi totalidad de las piernas yo, en particular, usaba unos muy cortos, que me dejaban al descubierto también buena parte de los muslos). Luego, con las yemas de los dedos apenas rozando mi piel, fue subiendo por la pierna hasta llegar al muslo, en una caricia que me resultaba enormemente placentera y que, de algún modo, yo ya presentía en qué iba a ...
    ... terminar.Luego introdujo sus dedos por debajo del borde del pantalón y siguió avanzando con sus deliciosas caricias hasta donde sus dedos se lo permitieron. Yo, a todo esto, tenía mi pequeño y lampiño miembro con una erección como hasta ese momento no había experimentado nunca. Hoy, visto a la distancia, se me ocurre que yo ya era un chico bastante perverso, al haberme prestado a este juego sexual con tanta naturalidad. Finalmente, mi tío logró meter bastante la mano por debajo del pantalón, hasta llegar a tocar con sus dedos mis genitales. Sin variar la lentitud ni la suavidad de sus movimientos, siguió acariciándome suavemente primero mis testículos y luego la base del miembro, hasta llegar a sujetarlo entre sus dedos y comenzar a realizar el movimiento de vaivén que yo, instintivamente, sabía y deseaba que iba a realizar. Yo no podía creer que pudiera estar sintiendo semejante placer: era la primera vez que experimentaba esas sensaciones provocadas por alguien que no fuera yo mismo (desde hacia poco había empezado a masturbarme) y ese hecho hacía que el placer que yo ya había obtenido de la masturbación fuera nada en comparación con lo que estaba sintiendo ahora. Además, digamos que mi tio demostró ser un verdadero maestro en el arte de realizar caricias sexuales. Bueno, el hecho es que al rato de estar pajeándome el miembro, ocurrió lo que tenía que ocurrir: de pronto experimenté un orgasmo y eyaculé, a lo que mi tío me susurró al oído:-"¡Ah, ya volcás!"Pero yo todavía, a ...
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