Señora me para la vrg en el autobús - Relatos Eróticos

Señora me para la vrg en el autobús

... fuera agrandando y poniendo como piedra, estábamos súper presionados que sentí que al crecer mi verga se abría paso entre sus nalgas no sentía que trajera calzón, su pelo olía a shampoo de mujer muy rico, yo estaba al 1000 de exitado ya no me importaba nada, cuando ella solo hace un gesto con su mano como echándose aire a la cara y suspira resoplando, mi verga se puso como una varilla que se metía entre sus nalgas, ya era más que evidente lo que estaba pasando, hubo un poco más de espacio pero ella no se movía para seguir avanzando y yo le daba unas embestidas que casi le traspasaba el vestido  con lo duro de mi verga estaba estaba algo oscuro por la poca luz del camión hasta que alguien detrás de nosotros dijo con permiso hay más espacio atrás!, los dos salimos como de un trance y de inmediato avanzamos más atrás del autobús, para mi suerte una persona que iba a bajar le cedió el asiento, y ella al darse la vuelta para sentarse me vio directo a los ojos con una mirada que decía casi casi cojeme, me ...

... acerqué un poco para observarla, se veía como de unos 45 años, pocas tetas, cara redondita, me volvió a ver y se rio volteando la mirada a la ventana, di unos pasos más cerca de su hombro sin tocarle, ella cruzó los brazos dejando su mano derecha casi a la altura de mi verga la cual seguía semierecta y yo en un movimiento del camión como pretexto toque su mano con mi miembro y me volví a retirar, ella no hizo nada, no quitó la mano, hizo como que se estiraba y extendió la palma de su mano siguiendo con sus brazos cruzados, a ver tal acción mi verga comenzó inconteniblemente a pararse y recargue justo en su mano, yo veía disimulado por la ventana, mire a mi alrededor si alguien miraba y ella comenzó a acariciar y apretar mi verga la recorría con su mano discretamente o por lo menos eso creímos los dos que seguramente esa señora estaba igual de exitada que yo, tenía ganas de cogerla pero mi inexperiencia no me dio para ingeniar algo más, llego donde me tenía que bajar y solo me bajé y jamás volví a verle…