1. Mi amigo me dijo que su abuela me prepararía mi torta de cumpleaños 4


    Fecha: 17/11/2025, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Adrian, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X






    Estaba feliz había conseguido que la abuela de Hugo sé soltará después de tener un orgasmo y estaba aún con la respiración agitada así que aproveché y le coloqué en sus labios la cabeza de mi erecta verga, quería sentir ahora su boca  dándome sexo oral .
    
    -! Por favor señora Carmen chupelo un ratito..!
    
    -! Ohhh. Adrián ..no sé que me sucedió pero no puedo hacerlo..!
    
    -! Señora Carmen es demasiado tarde para que me diga que no puede y miré como me tienes.!
    
    Cuando sentía su lengua pasándolo por toda la cabeza de mí pene como sí estuviera lamiendo un helado hizo que sintiera por primera vez un placer tan intenso y desconocido para mí, puse mí mano sobre su cabeza para animarla a que de una vez lo introduzca dentro en su boca . Le seguí hablando hasta que al fin abrió la boca y metió en su garganta y no pude evitar soltar un gemido de placer cuando sus labios apretaron ligeramente mí pene luego empezó a chuparlo como s fuera una ternera hambrienta.
    
    -! Ohhh... que ricoo...ahh .ahhh ..!
    
    Lo estaba haciendo tan bien qué estaba seguro que sí seguía chupando no iba aguantar tanto y  terminaría acabando en su boca, entonces bajé y abrí sus piernas tocándole toda su vulva que aún la tenía mojada de sus fluidos cuando tuvo el orgasmo. Ahora no hice a un lado su calzón sino que empecé a quitárselo mientras jugaba con sus labios vaginales y coloqué mi verga en la entrada de su gran chucha y lentamente iba metiendo hasta que mis testículos tocaron sus nalgas. Su agujero vaginal lo tenía tan caliente y con mucha ganas de coger que rápidamente sé adaptaba al tamaño y al grosor de mi erecto pene.
    
    -! Uyy que rico.. señora Carmen..ahh .ahh..!
    
    Entonces empecé a darle fuertes embestidas y me encantaba escucharla a la abuela de Hugo gemir y sollozar cada vez que entraba dentro de ardiente vagina, me encantaba sentir y mirar como rebotaban sus enormes nalgas contra mi pelvis y estaba completamente enloquecido al coger a una mujer mayor.
«1»