1. (14) Reflexiones sin bragas


    Fecha: 22/03/2019, Categorías: Hetero Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos

    ... acciones de Forex, sonó el WhatsApp de Wilson. Le enviaba el vídeo de los tres ladrones.
    
    -Ah, genial.
    
    Uno a uno, Ana vio cómo Wilson los torturaba y los remataba. Incluso ella paraba la imagen o lo ponía a cámara lenta. La excitaba de sobremanera.
    
    Al fondo apareció un brasileño musculoso y en tanga que venía de la piscina. Ana se mordió la lengua del gusto. Quitó el volumen del vídeo para evitar curiosos cercanos. Un ojo lo tenía en la tercera tortura y el otro en el brasileño guapetón. No hizo falta que ella se acercara. Él ya se fijó en ella desde la primera vez que la vio y encontró ahora una gran oportunidad para entablar un primer contacto verbal.
    
    -Hola, ¿interrumpo algo?
    
    -No, para nada –quitó Ana el vídeo macabro y centró toda su atención en aquél bombón negro de chocolate.
    
    -¿Puedo invitarte a una copa en el bar?
    
    -¿Y eso? ¿A qué se debe el honor?
    
    -A que eres la chica más hermosa de hotel y quizás de la isla.
    
    -Oh, gracias. ¿Estás aquí de vacaciones?
    
    -Sí, mañana ya vuelvo a Sao Paulo.
    
    -Vaya, qué pena. Yo vengo desde Málaga. Estaré aquí unos días y luego me vuelvo en mi jet.
    
    -¿Tienes jet privado?
    
    -¿Lo dudas? Mi belleza lo paga.
    
    -Ahora sí que me has dejado impresionado. ¿Eres modelo o algo?
    
    -No, estudio medicina.
    
    -¿Eres universitaria?
    
    -Así es.
    
    -Hey, ¿eso del portátil qué es?
    
    -¿Ves esto? Es lo que llevo ganado esta mañana.
    
    -¿Treinta mil euros? ¡Wow! ¿Sabes de eso?
    
    -He hecho un master del tema. Esto requiere ...
    ... estudio y conocimientos.
    
    -Eres una flipada, Ana.
    
    -Vaya, ¿me conoces? Creo que juegas con ventaja.
    
    -Tengo 33 vídeos tuyos en mi móvil.
    
    -Ah, entiendo. Vídeos pornos, ¿no?
    
    -Sí, no hay nadie como tú a la hora de practicar sexo.
    
    -Y supongo que deseas practicarlo conmigo.
    
    -No quiero ser grosero ni atrevido, Ana.
    
    -Pídemelo.
    
    -¿Cómo dices?
    
    -¿En mi cama o en la tuya?
    
    -En la tuya.
    
    -No me lo has pedido aún.
    
    -Vale. Ahí voy. Ana, ¿quieres tener sexo conmigo?
    
    -Así vas mal.
    
    -¿Por qué? ¿He dicho algo mal?
    
    -Debes saber que soy muy guarra y muy sexual. Inténtalo otra vez.
    
    -Vale.
    
    -Venga.
    
    -Oye, zorra, ¿quieres follar conmigo?
    
    -¿Lo ves? Eso me gusta más. La respuesta son cuatro veces sí.
    
    -¿Cómo? ¿Es que quieres follar cuatro veces seguidas?
    
    -Quiero un hombre entre mis piernas, no un niñato de tres al cuarto. ¿Tú qué eres?
    
    -Un hombre.
    
    -¿De cuántos centímetros de valentía?
    
    -24.
    
    -Mmmmmm, esto va mejorando. Mi habitación es la 44. Te espero desnuda en media hora. ¿Lo has comprendido? Si llegas tarde la cagas y te mando a tomar por culo.
    
    -Ahí estaré puntual. Te lo prometo.
    
    -Anda, vete, antes que se te ponga dura.
    
    -Ya lo está.
    
    -Sí, lo veo. El tanga se ha transformado en un paquete de correos –rió Ana.
    
    -Eres de lo que no hay, putón.
    
    -Vaya, aprendes rápido. Me gusta. Ala, vete.
    
    -¿No hay ni un besito?
    
    -Los besitos para los pijos. Nosotros a follar, ¿entendido? Y no sigas por ahí que me cabreo.
    
    -Vale, lo ...