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CAMILA - MIS AVENTURAS DE PENDEJA
Fecha: 23/12/2025, Categorías: Anal Tus Relatos Autor: CAMILA, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Acabo de volver del trabajo, y en el camino me comí un veterano. Eso me hizo recordar otra de mis aventuras sexuales. Como viajar de la casa de mis padres en la ciudad hasta donde viven mis abuelos es un viaje corto de no más de una hora en micro, o menos cuando vas en un viaje particular. Me daba la posibilidad de ir seguido a verlos, en realidad a mis machos equinos y veterano cómplice para mis aventuras sexuales. Por el tráfico, en muy contadas oportunidades me fui en bicicleta como quien hace deportes de paso. O con algún conocido que pasaba por ahí. En este momento creo que tenía como 17 años y la noche anterior estuve con mi amante maduro Carlos, que por el regreso anticipado de su esposa debimos cortar con nuestro encuentro dejándome super cachonda. Como ya tenía programado el viaje, salí temprano en mi bicicleta para recorrer esos 45 km que me separaban de mis otros amantes. Mientras pedaleaba mi cabeza recordaba como se la estaba mamando a mi macho durante esa noche, y el movimiento de mi plug anal que llevaba puestos hacia que mi vagina comience a tirar sus jugos. Necesitaba parar un momento y calmar mi calor interior, por lo que me detuve en una estación de servicio que esta a mitad de camino donde siempre se paran algunos camioneros. Había uno que estaba a punto de salir, físicamente se parecía a mi macho Carlos, solo que mas grande de tamaño. Me le acerque y le pregunte si iba para el lado del pueblo de mis abuelos, sin mirarme me confirma que sí; le dije si ...
... me podía acercar ya que mi bicicleta no estaba funcionando bien. Gira para responderme y obviamente, al ver una hembra como yo con mis semejantes curvas no dudó en decirme que sí. Le pedí que me esperara un momento para ir al baño. Aproveché de sacarme la ropa de ciclismo y me puse una calza blanca bien cortita sin ropa interior. Mi pupera apenas cubría mis pezones que estaban erizados sin nada que los contenga. Sus ojos no podían disimular al verme. Mis labios rosados se dejaban ver a través de mi calza, mis pechos se bamboleaban con cada movimiento que hacía, y cuando levanté mi bicicleta para cargarla en el camión, él pudo apreciar mis grandes tetas. Había mucho tráfico por lo que el viaje iba lento. Entre charla y charla me preguntó si no me daba miedo viajar así, le dije que no, que lo hacía con frecuencia y siempre había alguien de buen corazón que me llevaba. Y yo le pregunte sobre la vida solitaria que lleva sobre un camión. Sin vueltas me dijo que necesitaba una buena compañía de vez en cuando ya que se sentía bastante la soledad. Le respondí que lo entendía, ya que a mi corta edad pasaba mucho tiempo sola, así que le dije que le agradecería el favor de llevarme. Sin decir mas me recoste sobre sus piernas y saque su linda verga del pantalon para regalarle una buena mamada mientras él sin demoras comenzó a jugar con mis nalgas y a correr mi calza para meterme sus dedos que salían totalmente húmedos, por lo que parte de mis jugos lo pasaba a mi culo haciendome ...