BUSCANDO EL MEJOR AGUJERO - Relatos Eróticos

BUSCANDO EL MEJOR AGUJERO

... teniendo mis dudas.

¡Para qué! No había pasado media hora cuando, haciendo un mandado para mi mamá, encontré a la abuela de Adela en la carnicería…, “la señora Lola” para todo el barrio.
-¡Hola Dani! ¿Qué tal? – Me habló al toque, sonriendo…, parecía que estuviera esperándome… - ¿Andás bien? ¿Contento?
¡La guacha me está jodiendo! ¡Sabe que me siento como el culo al encontrarme con ella!
-Eeehh…, si… bien, gracias… - En realidad es la primera vez que cambio alguna palabra con ella…, y no es tan “viejita” como yo creía… 
Es un lugar común creer que, si uno es abuelo, debe ser viejo… La “abuela Lola” no tendría más de 40…, 45… como mucho…
-Me alegro… - Sonrió y se dio vuelta para atender al carnicero…
Viendo a la “abuelita” de atrás, se le van 20 años, por lo menos y…, además, adelante tiene suficiente “parachoques…” ¡Una tentación de abuela!
Hasta ahora no pasó nada…; claro, no iba a hacer kilombo en el negocio, con toda esa gente…, aunque no me pareció demasiado enojada.
Al irse me saludó: “que sigas bien Dani”; “gracias señora…” ¿Qué otra cosa le iba a decir?

-Te encontraste con mi abuela… - No era pregunta; es afirmación… - ¡Y no pasó nada! ¿Viste?
-¿Cómo sabés?
-Porque me lo dijo… ¡Jajaja! ¡Qué sos muy guapo y amable! Eso me dijo… ¡Jajaja! ¡Te levantaste a mi abuela!
-¡Yo no hice nada! - ¿En qué lio me metí?
-Lo sé, pero abuelita quedó gratamente encantada… - Adela también está encantada. – Te digo…, le pareció que sos un poquito grande para mí, pero si ...

... yo estoy bien y me gusta, ella lo comprende perfectamente… ¡Jajaja! ¡Me dijo que ella también tuvo 10-12 años! Y me insistió para que en algún momento la vayamos a visitar… Le gustaría mucho conversar con nosotros. - ¿Será un “enemigo” menos?  

Adela es una preciosa criatura, terminando su primaria y, sin la menor duda, participando junto a sus compañeras y compañeros, del placer y el morbo de los baños de la escuela…, dado que no es virgen…, lo que hubiera sido una rareza, con esa mirada, esa sonrisa…, modales… ¡y el espectacular culo! No es para nada una flaca esquelética. ¡Es muy deseable! Su bien marcada cintura y sus amplias caderas, con una leve pancita, hace imaginar el rollito que puede tener cerca del ombligo y que es placentero mordisquear: ¡lo digo con conocimiento de causa!
A poco de conocerla, al apoyar mi rostro en su hombro para besarle el cuello, sin preguntarle siquiera, vislumbré un firme y parado culito. No tengo manera, ni quiero, disimular la erección que forma tremenda carpa en mis pantalones y que apoyo sin disimulo contra las caderas o glúteos de toda nena que tenga a mano. Gracias a mi falta de inhibición, no tardé nada en convencerla de lo lindo que sería una buena cogida. 
No hay dudas. Una criatura de 11 o 12 años no se queda indiferente ante la proposición, cualquiera que ella sea, de un “grande” de 20 o más. Eso pasó con ella y algunas otras…, de las cuales hablaré en otro momento. Cualquier nena se siente orgullosa que un “adulto” la quiera ...