1. me cogieron en el metro... y fue delicioso


    Fecha: 23/03/2019, Categorías: Hetero Autor: gabyhot26, Fuente: SexoSinTabues

    Hola a todos, mi nombre es Gabriela pero me gusta que me digan Gaby, ya he escrito otros relatos en la sección de incesto, sin embargo, esta historia es algo que quiero contar ya que es algo que a la fecha me tiene envuelta en una calentura sinfín y es que últimamente, con todo el descaro del mundo, abordo el metro en horas pico solo para ser manoseada y tentada por todos lados; sin embargo, la historia que les contaré ahora fue todo un acto de calentura y descontrol al grado que ya no me importaban las consecuencias. Me describiré brevemente, mido 1.70, mis medidas son 120-60.100 cabello al hombro, usualmente me lo tiño de rubio, pero soy castaña, ojos azules, piel clara y por mis medidas, pues es inevitable que más de uno voltee a mirarme. Esto ocurrió hace 4 años un sábado por la noche, aún me encontraba estudiando la universidad y fui a casa de unas amigas a darle retoques al trabajo final, y es que a pesar de que comenzamos muy temprano, no terminamos sino hasta los 11 de la noche, yo estaba preocupadísima porque mi único transporte era el metro y ya no tardaba en dejar de dar servicio, así que el papá de mi amiga me hizo favor de llevarme al metro para que no fuera a perderlo aunque en todo el camino no quitó la vista de mis tetas (en ese momento iba vestida con una blusa blanca escotada, janes ajustados y unas botas negras a medio chamorro con tacón un poco largo). Llegué con buen tiempo, sin embargo, el policía me hizo saber que ya sólo saldrían un par más y debería ...
    ... correr, uno iba saliendo justo cuando subí la escalera y temía que no fuese a salir el otro, afortunadamente unos minutos después lo escuché que venía. He de decir que de por sí esa línea no es tan congestionada y menos por la noche, así que en el andén solo había dos chicos platicando y unas señoras que se fueron a la sección de mujeres y pues como para no ir sola me metí en el mismo vagón que ellos, pero obvio al extremo del mismo. Esa línea en particular es muy larga y yo iba hasta el final de ella y de ahí a mi casa eran solo unos minutos. Para no hacerla muy larga, no habían pasado ni dos estaciones y los chicos no dejaban de reír y aventarme miradas, sin querer, solté una risita al escuchar que uno de ellos le dijo “lo que pasa es que te vienes haciendo un candado por eso no quieres ir”, al parecer me escucharon y me voltearon a ver ambos con una mirada muy perversa, cosa que me puso muy nerviosa y no pude evitar sonrojarme y como si eso hubiese sido un botón de accionamiento, ambos se levantaron y se dirigieron hacia mí. Me puse sumamente nerviosa, pero traté de mantener la calma. La verdad es que fueron muy amables, yo estaba sentada en medio en una de esas filas que son de 5 asientos a lo largo, se pararon cerca y me dijeron que, si podían sentarse ahí cerca de mí, no había nadie y si algo pasaba podría ser más seguro para mí que viesen que no iba sola, yo accedí pues no había pensado en eso. Obvio, la plática no se pudo evitar y les conté de dónde venía y a dónde iba ...
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