1. Mi cliente me dejó de pagar por el periódico parte 5


    Fecha: 28/12/2025, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: El canillita, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X







    Yo sabía que a mi edad recién estaba aprendiendo de las actitudes propias de las mujeres, pero lo que sí estaba seguro era de reconocer cuando una mujer se encontraba celosa y ella lo estaba cuándo me vio caminando de la mano con mi enamorada y por eso  me llamó para que viniera urgente a su casa con el pretexto de conversar  sobre su nuevo pedido de revistas. Al verla y sentir como su boca chupaba toda mi verga con tantas ganas, eso me decía que yo no era el único que extrañaba el tener sexo entre los dos lo único que debía de hacer era tener la paciencia de esperar el momento exacto cuándo ya no pueda aguantar más la excitación. Mi verga cada vez que recibía más atención de su boca se endurecia mucho más después de unos minutos lo llevó a sus pechos y lo frotaba empezando a masturbarse con el. Yo moría de ganas de una vez de meterle todo mi pene pero debía de tener paciencia, cuando hizo a un lado su tanga y sólita frotaba toda su vulva empapada con la cabeza de mi verga y poco a poco lo fue metiendo dentro de ella. 
    
    -! Ohhh. qué ricoo. ahh. ahhh. hazme el amor. quiero ser tu mujer .! 
    
    Sabía que la tenía donde quería, ella estaba muy caliente así que me hice  de rogar y pregunté si estaba segura de lo que me pedía, la señora Liliana casi ...
    ... gritando me dijo que necesitaba tener mi verga dentro de ella y abrió sus nalgas mostrándome todo su ano y chucha mojada con sus fluidos, me la empecé a cogerla con rapidez y la hacia que gimiera mientras sus tetas se balanceaban para todos lados y la agarre de sus brazos tirandolos para atrás mientras seguía dándole cada vez con más violencia. Y ahora que la tenía totalmente dominada hice que se sentará sobre mi y moviera todo el enorme culazo se sentía de maravilla cada vez que que subía y bajaba con rapidez pero sabía que si no detenía esos sentones iba a acabar rápido y lo que siempre quise era introducirle toda mi verga en su apretado ojete y dos dedos metía por un instante en su jugosa vagina y luego lo introducia lentamente en la entrada de su ano. 
    
    -! Ahhh. ahh. despacio no me vayas hacer daño.  ufff.. ufff.. con cuidado.! 
    
    Era una sensación diferente pero tan deliciosa de como las paredes de su ano apretaba mi verga y a pedido de la señora Liliana me quedé quieto un momento esperando que su esfinter se fuera acostumbrando al tamaño y grosor de mi pene, luego de unos 10 minutos empecé a darle con regular intensidad en su culo y la escuchaba como se quejaba cada vez que metía con mas fuerza. 
    
    -! Ayy. ayyy. despacioo.. me duelee.! 
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