1. La Tia Romina


    Fecha: 18/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... de mayores atenciones. Sobre el joven muchacho removí las caderas para hacerme más intenso el disfrute. Mientras, él con sus manos libres acariciaba mis nalgas estimulando por otro lado la flor rosada.- Sigue Carlos, sigue… qué cachonda me tienes…Por mi parte, no me quedé quieta y aproveché entretenida para juguetear con el inflamado champiñón, besándole dulcemente el pene, provocando su sufrimiento al pasarle la lengua por encima y bajando luego a los colgantes que lamí y chupé metiéndolos en la boca al oír gemir a mi joven compañero de juegos. Agarrado el tronco con firmeza, recorrí el grueso tallo llenándolo de besitos arriba y abajo para volver a subir engulléndolo hasta donde la boca me dio. En ese momento y al tiempo que succionaba y devoraba el recio músculo con mi lengua, sentí la mano de Carlos acariciarme el cabello apretándome contra él sin posible salida. Tragué y tragué lo que pude, conteniendo la respiración ante lo aparatoso del miembro viril. Por fortuna, la presión disminuyó pronto permitiéndome escapar en busca de aliento. Observé con delectación el miembro masculino y al momento volví a caer sobre el mismo lamiéndolo y chupándolo de manera glotona.Entretanto y como no podía ser de otro modo, el chico respondía a mis caricias con las suyas propias. Escarbando con la misma delectación entre las paredes húmedas, hecha yo un mar de jugos que mi querido sobrino bebía y saboreaba con fruición, removiéndome inquieta entre sus manos posadas en mis caderas ...
    ... rotundas. Tan pronto le notaba acariciar mis redondas nalgas como las manos reposaban apoyadas en los muslos o en las caderas agitadas por el deleite. Caí en el mejor de los placeres varias veces gracias a la lengua concienzuda del muchacho que hizo de mí lo que quiso, enterrándose en mi vagina, masturbándome con los dedos al tiempo que yo hacía lo propio hundiéndome poco después los míos, trabajándome igualmente el pequeño botoncillo lo que me hacía sentir en la gloria.- Levanta anda –me hizo incorporar para enseguida quedar sentados el uno junto al otro.Carlos, lascivo y lleno de vicio, me animó a probar mis dedos húmedos lo que hice con agrado notándolos un tanto amargos en mi boca. Luego y del mismo modo, me dio a probar los suyos lamiéndolos y chupándolos sin apartarle la mirada y como si de su grueso miembro se tratara. Sonreí perversa acercando mi rostro al del chico en busca de la calidez de sus besos. Mientras y por abajo, le pajeaba con decisión para que el ansia no decayera.Tumbándome boca arriba le pedí que lo hiciera, me notaba tan cachonda que ya no podía esperar más. Con la polla agarrada entre sus dedos, me rozó por encima haciéndome suspirar de necesidad por él. El glande amoratado corriendo vivaracho entre los abultados labios pero sin pretender desaparecer, mi pierna levantada en busca del mejor acople. Me acariciaba yo misma, gimoteando turbada al pasarme los dedos por encima del bien cuidado triangulillo del pubis.- ¡Fóllame cariño, fó…llame lo necesitoooo! ...
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