NO CREÍ QUE SE LO METERÍA, ¡PERO QUE RICO QUE ESTABA! - Relatos Eróticos

NO CREÍ QUE SE LO METERÍA, ¡PERO QUE RICO QUE ESTABA!

... él se sentó en un extremo de la cama y yo frente a él en la otra punta Conversábamos sobre el amor y sus relaciones y me dijo que todos sus novios se llamaban como yo y otras cosas más de su vida, notaba que era exactamente el mismo chico de antes, diciendo que yo le gustaba y todo pero que luego se alejaría de una manera absurda, con eso en mente, me propuse disfrutarlo todo lo que pudiera en ese momento, cuando el ambiente se calentó, empezamos a besarnos y sacarnos la ropa, esa primera parte francamente pudo ser más rápida pero como dije había que disfrutarla, nos acostamos en la cama, seguíamos besándonos sin despegar los labios y por momentos el metía su lengua en mi boca y jugueteábamos, me hacía un gesto de que besara su cuello pero en el primer momento no lo entendí, mientras seguíamos me percate de lo que quería y bese su cuello, empecé a disfrutar de su cuerpo, seguíamos en el lento proceso de sacarnos la ropa, hasta que solo quedamos en boxers, toda su piel blanca debajo de mis ojos y sus labios solo míos en ese momento, tanto deseaba tenerlo de esa forma que no me lo creía, baje hasta sus tetillas y las mordía y lamia moviendo mi lengua dibujando círculos alrededor de sus tetillas que respondían al contacto y se ponían duras, pase por su cuello nuevamente y mordí sus orejas, volvía a bajar por su cuello hasta sus tetillas y luego seguía bajando por su abdomen y regresaba a su boca, apreciaba ese cuerpo, lo quería poseer completo y sus labios eran ...

... satisfactoriamente deliciosos, la temperatura continuaba subiendo y nos deshicimos de nuestra ropa interior, ahora era su turno de recorrerme y llego hasta mi pene que ya erecto y libre de su prisión de tela tuvo su primer contacto con su boca La recorrió con su lengua y me volvía loco, me hizo poner de pie y ahí mi fantasía de tenerlo arrodillado se cumplió, en esa posición clamaba por mi pene y lo obtuvo, se lo metía completo a la boca y me encantaba ver como desaparecía dentro de él, lo recorría completo y luego se metía profundamente mi pene por unos instantes y su cara se ponía roja, yo solo me dejaba perder de la excitación y el placer, no tenía ya control sobre mi cabeza, solo quería poseer su boca y su cuerpo entero, cuando acabo su parte del trabajo, volvía a ser mi turno, ahora mi lengua se deleitaría recorriendo su ano, lo olí y estaba limpio, era muy gratificante saberlo y por ello comencé a lamerlo, lamí su orificio anal y lo saboree, lo mordí algunas veces deseando escuchar sus gemidos, seguía lamiéndolo y metí un dedo dentro de él, lo sacaba y lamía y luego volvía a meterlo, no he probado a nadie mejor que él, su sabor era sencillamente perfecto, ahora solo faltaba entrar en el con mi pene, luego de meterle dos y hasta tres dedos, me puse el condón y cambiamos de posición, abrí sus piernas y las levante, apunte a su ano y me introduje lentamente en él, empecé a moverme suavemente, quería que durara mucho pero él me pidió que se la metiera más rápido y comencé a moverme más, ...