El tropezón de la abuela - Relatos Eróticos

El tropezón de la abuela

Guillermo estaba de visita en la casa de la abuela, eran las vacaciones de junio y el muchacho había decidido viajar a tierra caliente para descansar de la fría capital…aunque su viaje tenía esas intenciones había algo que también lo había tenido muy pensativo… era un pensamiento de lascivia hacia su abuela…todo había comenzado en las vacaciones de Diciembre, un día antes de regresar a casa su abuela Lucía había hecho una reunión en su casa, algunos pocos invitados habían departido un buen almuerzo y en horas de la tarde decidieron bañarse en la piscina…Guillermo miraba de lejos a su abuela que conversaba con algunos invitados y picado por la curiosidad decidió ir a su cuarto a chismosear sus cosas…en los pocos días que llevaba se había fijado en el cuerpo de la abuela , aunque doña Lucía tenía más de cincuenta años todavía andaba con mucha energía y su trasero había llamado la atención de su nieto , era grande pero sus nalgas por encima del vestido se veían firmes…su busto era enorme, un par de tetas grandes que parecían dos guanábanas caían sobre su torso abriéndose a los lados y cuando la vieja estaba recién levantada y sin brasier se le notaban unos pezones grandes y parados… Guillermo se entró la curiosidad de conocer de cerca sus prendas íntimas, quería ver las tangas de la abuela y de paso oler algunos interiores usados…era un deseo raro pero quería hacerlo…como vio la abuela entretenida se subió a esculcar su ropero… al abrir las gavetas del clóset encontró algo que ...

... lo dejó sorprendido , un enorme consolador de látex color violeta estaba guardado en el primer cajón…Guillermo se imaginó por un instante su abuela con semejante falo en su vagina y se estremeció…creía que ella ya con sus años había olvidado los placeres del sexo, tantos años de viudez en lugar de eliminar esos deseos los había incrementado y la vieja se solazaba a solas con ese juguete …estaba entretenido cuando sintió que la abuela se acercaba al cuarto…lo único que se le ocurrió fue abrir el clóset y meterse en el sitio que la vieja guardaba sus vestidos…dejó un poco entre abierta la puerta y rogó a Dios que doña Lucía no lo fuera a pillar…la abuela no venía sino a ponerse un vestido de baño que tenía en su mesa de noche…empezó a desvestirse y Guillermo empezó a disfrutar de ese espectáculo…sus tetas eran enormes y sus pezones eran grandes y atractivos , sus nalgas eran muy blancas y de lejos se veían tersas como las de una chica adolescente, cuando se volteó pudo contemplar esa vagina inmensa, a pesar de que su abuela era de pelo entrecano el tapiz de su vello púbico era negro y brillante, sus labios vaginales tal vez por el poco uso estaban deliciosamente cerrados y su clítoris era prominente, Guillermo quedó anonadado, esa vieja todavía estaba rebuena…doña Lucía se subió el vestido de baño y salió del cuarto rumbo a la piscina…Guillermo alzó del piso los pantis que se había quitado la abuela, los olió y aspiró toda esa aroma que despedía la diminuta prenda, olía sexo y a ...