Mi feminización III (continuación)
Fecha: 02/04/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... largara a llorar sin previo aviso. Mi vida se tornó un infierno, era el precio a pagar por convertirme en una mujer completa. Sufrí discriminación y burlas en mi trabajo, hasta el punto que no pude sostenerlo más e irremediablemente tuve que renunciar. Perdí muchos amigos también por la misma razón, comenzaron a ignorarme, algunos dijeron entenderme pero con el pasar del tiempo también se alejaron de mí. Rompí relación con mis vínculos familiares y cito textual a mi madre “sos una vergüenza para la familia, no queremos verte nunca más, resultaste una puta como tu amiguita”, estaba destrozado, mi vida era una espiral descendente de dolor y angustia. Los únicos pilares sobre los que podía apoyarme eran Agustina con quien había entablado una profunda amistad y Gabriela que siempre estaba ahí para mí cuando la necesitaba. Mis ingresos provenían mayormente de la prostitución, Gabi nos conseguía los clientes, generalmente eran eventos de fiestas empresariales, o encuentros personales con hombres o mujeres de buen nivel socioeconómico. Los ingresos eran muy buenos, en una semana floja podía llegar a ganar más que un mes de mi antiguo trabajo. La otra parte de mis ingresos, estaba relacionado con las regalías de los videos y los shows de webcam que a veces compartíamos con agustina. Durante este periodo conocí toda clase de personas, brutos, sensibles, dominantes, submisivos, fetichistas, sucios, limpios, maleducados, violentos y había aprendido como satisfacer a cada tipo de ...
... personalidad, alguna veces tragándome el orgullo y otras hasta arriesgando mi vida. Ya me había acostumbrado a esta vida, me sentía cómoda con lo que hacía, era donde quería estar y lo que quería hacer. Mi relación con Gabriela se fortaleció mucho, nos amábamos mucho más allá de lo sexual, éramos 2 almas que se habían convertido en una sola, por más cursi que suene no encuentro palabras para describirlo de mejor manera. Ella valía todo lo que había dejado atrás, ella había podido hacerme sonreír de nuevo, me hacía sentir apreciada, valorada, protegida, hermosa. Viví el mejor tiempo de mi vida en su compañía. Fue un martes a la noche si mal no recuerdo, que luego de cenar estaba acostada viendo un programa de baile en la televisión y ella me preguntó si había tomado mis pastillas, le dije que no aun y se ofreció a llevármelas como tantas otras veces. Me las dio con un vaso de agua. Un momento después de tomarlas comencé a sentirme sin fuerzas. - Gabriela me siento mal! - Perdóname mi amor me dijo quebrándose en llanto, te juro que hice lo imposible pero no pude detenerlo, te amo!!! Fue lo último que recuerdo de ella. Sus lágrimas rodando por sus mejillas mientras me decía que me amaba. Jamás iba a volver a verla. Desperté en una habitación fría y húmeda. Mi cuerpo estaba entumecido y me dolía cada musculo del mismo, estaba atada con grilletes a una cama por las muñecas y los tobillos. No entendía que sucedía, quise gritar pero no podía, estaba fuertemente drogado. Es imposible ...