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Mi vecino...
Fecha: 02/04/2019, Categorías: Gays Hardcore, Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
Era verano y en esa época del año los hombres de Madrid se visten de ropas ligeras, camisas de mangas cortas y bermudas. Ahora por donde quiera puedes ver los brazos y piernas hermosas que el frío invierno les obligó ocultar. Y ahora fue que pude descubrir como era verdaderamente el esposo de la vecina de mi casa. Teníamos dos pisos contiguos que compartían una pequeña terraza, donde aquella mañana me lo encontré sin camisa, haciendo el trabajo de reparación de un mueble viejo. Al ver a aquel hombre velludo sin camisa de verdad que me quedé como extasiado. Nos saludamos como de costumbre, pero me di cuenta que mi excitación por verlo así no había pasado inadvertida. Me di cuenta que el captó mi admiración y también me di cuenta que a él eso no le m*****ó, pues continuó conversando conmigo como si tal cosa, mientras continuaba haciendo su trabajo. Incluso en un momento me invitó a que lo ayudara a sujetar el mueble que estaba reparando. Ahora estábamos muy cerca y lo podía contemplar mejor, como me di cuenta que a él eso no le disgustaba ahora mientras el trabajaba yo me daba placer en observarlo más de cerca.De verdad que por ser un hombre casado y por imaginarme que en cualquier momento pudiera aparecer su esposa en la escena, pues no me propasaba en lo más mínimo. Sin embargo de vez en cuando sus brazos rozaban los míos y yo sentía como su sudor me mojaba, aquello me estaba volviendo loco, pero yo trataba de no darle a eso ninguna importancia. Pero los roces descuidados ...
... continuaban y no pude contenerme a rozarlo yo también con aparente descuido. Al momento en que yo lo roce entonces me volvió a rozar el brazo pero lo hizo con un tiempo menos breve que me puso muy nervioso, lo que me delató tanto que su mano caliente y ardorosa la puso sobre mi mano y me dijo. ¿Que te pasa? ¿Te sientes mal?. Yo le respondí de inmediato que no y su mano subió por mi brazo, acercándome a sí y me dio un beso en la boca. Sus labios eran pulposos y su lengua que se introducía en mi boca casi hasta la garganta me dejó perplejo. Aquello no terminaba, el sudor de su pecho me mojaba de forma que me excitaba enormemente. Al fin volví en mi y me separé como pude y le recriminé el peligro de que su esposa viniera en cualquier momento.Raúl, que así se llamaba mi vecino, me dijo que no me preocupara que ella no iba a venir ahora. Y de nuevo volvió a acercárseme, a abrazarme con sus brazos fuertes y de nuevo comenzó a besarme. Yo estaba muerto de miedo, pero no tenía fuerzas para alejarme, me atraía como un imán y dejé a un lado el miedo a ser sorprendidos y solté mis riendas y comencé a acariciarle el pecho que me encantaba tanto, sus manos acariciaban mi espalda, mientras mis manos y bajaron hasta su paquete que estaba al borde de explotar. Ahora supe que estaba bien provisto y él no espero mucho y se abrió la bragueta y dejó suelta aquella polla mojada que yo inmediatamente bajé a introducírmela en la boca.El gemía de placer, aquello era una locura, yo estaba muy nervioso y ...