1. Primera vez con mi mejor amigo


    Fecha: 03/04/2019, Categorías: Gays Autor: Bialex, Fuente: SexoSinTabues

    ... encontró la parte alta de su pecho desnudo muy cerca de su cuello, yo oía su respiración cada vez más fuerte, más intranquila, más descontrolada, él me estrechaba cada vez más a su cuerpo. Y ahí estábamos abrazados en la misma cama, yo temblaba y cada segundo sus labios estaban más y más cerca de los míos, el pulso cada vez más rápido, la excitación siempre creciendo en alma y cuerpo. Era lo que estaba esperando inconscientemente desde hace tanto, desde ese primer viaje. no se quien llegó primero a los labios del otro, pero ese segundo en que lo besé, en que me besó, duró para siempre. Perdimos el control, el beso tembloroso y frágil, fue creciendo cada vez más. Su lengua jugaba sin cesar con la la mía, gemíamos de placer. nuestro cuerpos fueron buscando impacientes el miembro del otro. lo sentí! Era su pene grande erecto, de macho rozando el mío en un vaivén sin fin, estábamos muy editados. Sin pensar más busque entre sus bóxer su verga, grande húmeda y lo masturbe, el no dudó en hacer lo mismo conmigo, no éramos más delicados. Éramos dos machos pajiandose sin piedad cada vez más profundo. Nuestro precum inundaba nuestras manos, nuestros gemidos ...
    ... silenciosos pero intensos llenaban la habitación caliente del verano, ardiente del sexo que estábamos teniendo. Carlos empezó a presionar con su culo recóndito hasta que sentí como mi Mano se llenaba de su semen. semen de hombre, caliente. Fueron 5 o 6 contraciones que dejaron a Carlos caer en el más hermoso de los orgasmos . yo no podía más. quería venirme. entonces el bajo a mi verga y empezó a mamarmela como nunca nadie lo hizo antes: jugó con su lengua de la cabeza al tronco, se metió mis huevos en la boca y poco a poco con mi verga metida hasta su garganta, empecé a aumentar el ritmo, me estaba comiendo su boca y el empezó a sobar mi ano, no aguante más. ahhhh ahhhh eran mis gemidos interminables me vine en su boca en un orgasmo que aún siento. Solo la almohada pudo callar mis gritos, Carlos y yo quedamos unos minutos en silencio, solo oíamos nuestras respiraciones agitadas, los jadeos de dos hombres que morían de sexo. Luego subió, Carlos volvió a mi y me besó. tenía aún mi semen en su boca. bebimos nuestro romance, fundimos nuestro deseo y compartimos en un beso increíble el fruto de mi orgasmo. esa noche dormimos y despertamos juntos, abrazados. amándonos. 
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