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Café bar Bío (2)
Fecha: 03/04/2019, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
... muera de envidia. Que se excite y caliente hasta que le duelan las pelotas. Ven, me decía sujetándome con su mano por la cintura, ya verás como te va a gustar y disfrutas, ya verás que excitante es que te estén observando mientras te abren el culito con una verga y te follan. Me agaché para subirme el pantalón, y sujetándolo con una mano, dejé que me llevara agarrado por la cintura, hasta el fondo del bar. Trae las bebidas para aquí, Chema, le dijo el dueño del bar. Siéntate ahí y observa que culito tan rico me voy a follar, le decía, Bío a su amigo. Me abrazó por la espalda, haciéndome levantar los brazos, cosa que hizo que me cayeran los pantalones a los tobillos, tiró de la camiseta que traía puesta, la pasó por mi cabeza, dejándola allí sin sacar, haciéndome tener los brazos estirados, y la cabeza tapada por la camiseta. Apoyó mis brazos sobre la mesa que allí había, quedándome reclinado y tumbado con el pecho sobre la mesa, enseñándoles el culo y expuesto para hacerme lo que quisieran. Bío que era el que me iba follar, mientras su amigo observaba todo lo que hacíamos, sentado en un taburete, llevó su mano a mi culo, pasó su mano por mi rajita, luego escupió en su mano llevándola a mi hoyito, pasó la mano untándome su saliva, para poder ir introduciéndome un dedo en mi culito. ¡Huy que cerradito estás! Anda abre bien las piernas y relájate, deja que se abra la flor que tienes en tu culito. Déjala que se abra para mí, me decía mientras empujaba su dedo ...
... haciendo que mi esfínter se fuera abriendo poco a poco. Yo empinaba el culo todo lo que podía, a la vez que abría las piernas todo lo que me permitía el pantalón que tenía a la altura de los tobillos. ¡Ohhh! Gemí al notar como su dedo traspasaba mi esfínter y se introducía en mi culito, ¡ohhh! ¡ooohhh! Volví a gemir cuando este empezó a entrar y salir, haciendo que mi esfínter se fuera relajando y se abriera cada vez más. El hijo de puta ya metía 2 de sus dedos, follándome con ellos y haciendo que mi culito se fuera relajando y abriendo cada vez más. Así cabroncete, así, quédate así que ya te voy a meter mi pollita y preñarte este rico culito. Empezó a bajarse la cremallera del pantalón, se soltó el cinturón y desabotonó el botón de la cintura, bajó los pantalones junto al calzoncillo, dejando su verga y bolas al aire. El hijo de puta ya estaba empalmado a tope, descapulló el glande a la vez que lo acercaba a mi hoyito, dio un empujón a su pelvis, haciendo que me entrara toda la cabeza de la polla en mi culo. ¡Ohhh! Espera espera, le grité. El muy cabrón me había hecho daño, me tenía poco lubricado el ano y me estaba lastimando. Me haces daño le dije. Relájate y abre bien las piernas, ya verás cómo te va pasando, me dijo dándome otra envestida y terminando de meterme toda la polla en el culo. ¡Ohhh ooohhh! Grité a la vez que me retorcía intentando que me saliera la polla del culo. El muy cabrón me había lastimado, pero no tenía intención de sacarme la ...