1. La primera paja que hice. La primera paja que me hicieron


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... el prepucio y aparecer el glande. Me dijo que si me había pajeado alguna vez o había visto a alguien hacerse una paja. Yo sabía de algunos chicos de clase que se hacían pajas, pero lo había visto de lejos. , y, claro, eran niños de mi edad, o sea, con genitales pequeñitos. Esto ahora era distinto. Le dije que nunca había visto cosa igual, y era cierto. Pues, me enseñó a pajearle, subiendo y bajando mi mano por su miembro erecto y ahí estuvimos unos minutos practicando el sube y baja. Se dio cuenta que mi sonrisa era de oreja a oreja. Estaba emocionado por tal descubrimiento. Lo dejamos, se colocó su polla en el bañador, y fuimos a la piscina. Se notaba su grueso palo en posición horizontal que era bastante visible para todos. Fuimos al agua, y ahí se le bajaría, supongo. Pero, como mi amigo pareció entender que a mi me gustaba pajearle, otro día, con más calma, volvimos a hacer lo mismo: se desnudaba, le agarraba la polla y empezaba con el mete y saca. , pero ahora hasta el final, hasta que empezó a escupir leche blanca en varios chorros. Vaya. , es cierto que de la polla de un hombre sale leche, como sabía pero no había tenido la ocasión de comprobar. Pues eso: esas pequeñas sesiones masturbatorias me enseñaron mucho y se me quedaron guardadas en la mente hasta el día de hoy. Ahora la segunda escena: la primera paja que me hicieron. Esta escena está muy relacionada con la primera porque cuando ocurrió tenía en mente aquella vez con mi amigo de 16 años. Ahora yo era mayor, ...
    ... tenía unos 17, no era mayor de edad todavía. Y en el papel de niño principiante, un vecinito bastante guarrete y guerrero. No es que se diera la casualidad como en el relato de la primera escena. Es que este vecinito (también de unos 10 años, todavía niño sin desarrollar) solo decía tonterías y guarradas. Veíamos revistas eróticas (no llegaban a porno. solo mujeres enseñando las tetas) tipo interviu o playboy y nos reíamos. Y una vez llegó a más: me preguntaba si me pajeaba muchas veces al día. Yo fanfarroneaba. , pero tampoco le daba datos. Él hablaba de su grupito de amigos que se pajeaban en clase, y le respondía que eso nunca lo haría yo (por el peligro de que el profe nos pille). Claro que con su penecito tan pequeñito, fácilmente se lo podían esconder, no como el grande e inmenso superpene que tenía yo. Ante esta fanfarronada, se interesó en ver mi pene, y yo me resistía. , hasta que dejé de resistirme. Para que desistiese de pedírmelo, le dije que lo enseñaría si él también lo hacía, y como él estaba dispuesto y ya se bajaba los pantalones, pues tuve que hacer lo mismo. Una vez que estabamos los dos con los pantalones bajados, él se asombró de mis genitales (de la misma forma que me asombré yo 7 años antes cuando vi unos genitales adultos). Los suyos eran tan pequeñitos que se subió la ropa interior y los pantalones rápido, pero no paraba de lanzar halagos hacia mi polla y mis huevos. Los quería tocar, así que le dejé, y aquí me acordé de mi sucedido cuando era pequeño y ...