Ivanna La Odontologa 2 - Relatos Eróticos

Ivanna La Odontologa 2

Después de lo que había pasado en aquel lugar donde estuve a punto de tener de sexo con aquel mesero, me había sentido entre un placer y algo de culpa, claro lo había disfrutado lo que aquel hombre me hizo en el baño un rico sexo oral que me hizo mojarme toda mi rajita rosada, iba en el carro con el hermano de mi novio y mientras íbamos de camino yo toda agitada manejando el iba cambiando la emisora de radio, iba muy caliente y quería saciar estas ganas que tenía pero por ahora no sabía cómo, mientras empecé a hablar con el hermano de mi novio, íbamos de camino a casa; - Vienes muy agitada Ivanna te sientes bien- - Si no es nada hace un poco de calor- - La verdad te ves más linda así como estas- - Gracias eres muy amable me caes muy bien- - Vi que no paraban de verte todos- - Enserio creo que no tanto- - Estoy seguro había hombres viéndote y no es para menos te veías espectacular- - Mmmm pues si lo dices aunque me visto para verme bella y no hago caso de cómo me ven- - Si yo tuviera una novia como tú no te descuidaría y te amaría siempre- - Eres muy lindo, lo de tu hermano es por trabajo yo sé que él me ama al igual que yo- - Como te lo dije él es un hombre afortunado de tenerte, cualquier hombre estaría loco por una mujer como tú, eres hermosa, profesional, con todo respeto tienes un cuerpazo y eres simpática- - Tu eres un muchacho increíble me sonrojas con todas estas cosas tan increíbles que dices de mi, puedes contar conmigo para lo que sea siempre voy a estar para ti- ...

... - A mí me gustaría una chica como tú eres única enserio- - Pues pronto vas a encontrar una chica y la vas hacer muy feliz lo sé- Entre esa conversación de regreso a casa cada cosa que él me decía entre halagos y algunos coqueteos, me ponía un poco inquieta pues era el hermano de mi novio, seguía viendo mis tetas descaradamente mientras yo iba manejando y hablando con el se le veía una sonrisa pícara que me dejaba asustada y también hasta cierto punto me excitaba un sin fin, el me parecía un chico apuesto para su edad era alto, moreno y un pelo negro corto, hacía ejercicio por lo que tenía su cuerpo desarrollado con respecto a su edad, sentía una cosa rara al estar pensando en el de esa manera tan sexual examinándolo como hombre. Llegamos a la casa, yo subí a mi cuarto a cambiarme quería ponerme más cómoda y hacerle un regalito al muchacho como una descarada, me puse un cachetero blanco sin calzones y me puse un top blanco igual era un juego que me había comprado, por mi top se notaban mis pezones en su máxima expresión que se transparentaban por el top que no dejaba nada a la imaginación se podían ver mis tetas perfectamente y luego el cachetero bien pegado a mis nalgas las hacía tragarse el cachetero y que se me viera mi rajita por delante, me hice dos colas y me veía como una niña y a la vez me sentía como una mala mujer por provocar que piensen cosas morbosas conmigo, baje a la sala, Eduardo estaba viendo una película, cuando el me vio se quedó asombrado, de cómo me veía ...