1. Mi nieta Carolina


    Fecha: 11/04/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Logaris, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando mi hija se divorció se fue a trabajar fuera del pueblo, mi nieta se quedó conmigo y mi mujer, tenía como unos cuatro años cuando la dejo. Yo siempre fui un hombre muy caliente, que se empalmaba con mucha facilidad, me pasaba el día pensando en follar y eso hacía, cuando volvía de trabajar lo primero que hacía era subir a mi mujer a la habitación, arrancarle la ropa y metérsela sin descanso. Éramos relativamente jóvenes ya que tuvimos a nuestros hijos a temprana edad y disfrutábamos muchísimo del sexo, mi mujer y yo follábamos como animales, hacíamos muchas posturas y a ella le encantaba que la tratase como una perra.
    
    Me hundía en su coño y lo lamia con muchísima fuerza, me bebía sus jugos y me encantaba hacerla temblar mientras se lo comía. Así era dos o tres veces al día, teníamos todo el tiempo del mundo para follar porque mi hijo vivía con nosotros, pero pasaba casi todo el tiempo fuera. El problema vino cuando se instaló mi nieta en nuestra casa, como aún era algo pequeña le pusimos una cama en nuestra habitación que era bastante grande. Me fastidio bastante porque ya no podría follar cuando quisiese ni andar desnudo por casa como a mí me gustaba, pero tuve que resignarme, de todas maneras aprovechaba la noche cuando la niña estaba durmiendo para reventarle el coño a mi mujer, supongo que mi nieta tendría un sueño pesado porque hacíamos muchísimo ruido al follar, mi mujer gritaba como una perra al correrse.
    
    Pasaron unos cuantos años y me acostumbré a la ...
    ... nueva vida con mi nieta, era una niña muy dulce y buena, era muy cariñosa y teníamos una relación muy estrecha. Cuando llegaba del trabajo yo me acostaba a ver la televisión en mi cama y a veces me quedaba dormido, ella se acostumbró a meterse conmigo en la cama y juntos veíamos películas o yo le hacía cosquillas y jugábamos juntos, me encantaba esa niña. Nunca la vi de ninguna otra manera que de la de un abuelo pero empezó a desarrollar su cuerpecito muy rápido, ya cumplida la mayoría de edad tenía un culito respingón precioso, ahí fue cuando me obsesione con ella, cuando andaba por casa se ponía unos pantaloncitos muy cortos y ajustados que se le metían entre las nalgas y hacia que se le marcara el coñito gordito que tenía. Así que desde ese momento empecé a planear como acercarme a ella para aunque sea meterle mano.
    
    Cada vez que me tumbaba en la cama para ver la tele me quitaba toda la ropa y me dejaba solo los calzoncillos y esperaba a que viniera, cuando venía yo le decía que mejor se quitara la ropa y se quedará en ropa interior porque si no iba a sudar y pasaría calor, ella lo hacía sin problemas, era ingenua e inocente a pesar de su edad, yo siempre la había mimado mucho. Se quedaba con un top corto que solo le tapaban las tetitas y cuando se agachaba para quitarse el pantalón, yo no perdía la ocasión para mirar como se le abrían las nalgas, ella usaba tanguitas y culots así que era una delicia verle el coño y el culo tapados solamente por un trocito muy fino de tela. ...
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