Ayudando a Mamá (03).
Fecha: 11/04/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos
... lamerle el pezón izquierdo, no se lo mordí pero si le di fuertes chupadas. Mientras lo hacía pasaba mi pene sobre su clítoris una y otra vez.
- ¡Ay qué malo! Me las vas a arrancar β se reía como si estuviera haciéndole cosquillas. Pasé a chupar su otra teta, noté que ella acompañaba mi rítmico movimiento con la cadera β ya estás grande para tomar la leche.
- Mirá quién lo dije β increpé β vos también estás grande y bien que te gusta tomar la leche.
- Che, que soy tu madre β me dio un suave golpe en el hombro β no me digas esas cosas.
- Seguro que mi leche estaba más rica que la tuya β insistí sin dejar de moverme.
- Eso sí β soltó una carcajada β si estaba muy rica β con su risa disimulaba un poco sus gemidos.
Se quedó mirándome con una radiante sonrisa en la cara, estaba hermosa. Sus ojos eran divinos y estaban muy cerca de los míos. Intenté besarla pero ella corrió la cara y dijo β¡No!β dándome un golpecito en la cabeza, no estaba enojada, de hecho le pareció gracioso, sonreí e intente besarla otra vez, volvió a negarse dándome otro golpecito, así empezó un jueguito en el que yo intentaba comerle la boca y ella me esquivaba, se reía mucho y gemía de vez en cuando. En un momento me aferré a sus muñecas dejando sus brazos apretados contra la cama. La tenía a mi merced.
- ¿Y ahora qué vas a hacer? β le dije sonriendo.
No me contestó pero igual se mantenía alegre, amagué con besarla y ella movió un poco su cara, volví a amagar pero me quedé más cerca, ...
... me froté intensamente contra su entrepierna y su expresión fue cambiando hacia una mueca de placer, sus ojos se entrecerraron y su boquita quedó entreabierta. La besé y justo antes de cerrar mis ojos vi que ella cerraba los suyos. Fue un beso intermitente pero apasionado. A veces nos quedábamos quietos y de pronto alguno movía la lengua o la boca.
Liberé sus brazos y ella me abrazó con ternura, seguimos entrelazados en nuestro beso y noté cómo intentaba levantarse. La abracé y la ayudé a hacerlo. Quedé de rodillas con ella sentada de piernas abiertas sobre mis muslos. El beso se tornó más apasionado, ella me acariciaba la espalda y revolvía mi cabello. En un momento se levantó un poco y con la ayuda de su mano orientó el pene directo hacia su vagina. La penetración fue limpia y profunda. Sentí que exhalaba con fuerza por la nariz. Empezó a dar saltos mientras yo gozaba de su rica conchita. Me sentía el hombre más feliz del mundo, estábamos cogiendo otra vez, a pesar de que ella había dicho que no volvería a ocurrir y esta cogida era mucho más intensa ya que era ella quien llevaba el ritmo. Estuvimos así durante unos pocos minutos hasta que ocurrió algo totalmente inesperado para mí.
- ¡Ay no, no. Pará! β dijo mi madre alejándose, intenté abrazarla pero se movió rápido y quedó sentada sobre la cama β me vas a volver loca Nicolás β me dijo muy preocupada, me acerqué cautelosamente a ella β no, en serio, no puedo β me dijo poniendo una mano en mi pecho.
En ese momento ...