1. Me follaron en el gimnasio


    Fecha: 13/04/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Torcaza, Fuente: CuentoRelatos

    ... probarlas.
    
    Aquellas palabras me sacaron de mi ensimismamiento, me levante pensando en mi esposo y mi hijo a los cuales podía ver desde la ventanita de la sauna, Héctor y Manuel estaban delante mía, con sus pollas erectas apuntando directamente hacia mí, pensé en salir de la sauna inmediatamente pero un hormigueo en mi coño me hizo saber que deseaba aquellos miembros, sin decir nada me quite el albornoz dejando mis tetas y mi depilado coño libres ante los ojos de los amigos de mi hijo y sin decir nada me arrodille ante aquellos ídolos de carne en barra a los que debía adorar.
    
    Me quedé anonadada, con la boca abierta ante la polla de Héctor, el cual me miraba sonriendo. Despacio, le agarré el pene y fui descendiendo hasta que mis labios se posaron en su glande, comencé a besar su polla como una loca, primero despacio y luego deprisa, sacaba mi lengua y me empleaba a fondo sobre esa polla, después de haber ensalivado bien, me la metí en la boca o eso traté de hacer, porque apenas me entraba, tenía un sabor diferente a la de mi esposo, nada desagradable. Manuel no se quedó quieto, deslizó su mano por mi culo y luego un dedo por la raja y mientras yo trabajaba el aparato de Héctor, Manuel me masajeaba el ano con su dedo. Mientras le comía la polla a Héctor, me vino el primer orgasmo, casi de una manera dolorosa, pasado un rato, Héctor comenzó a jadear más fuerte, me agarro con fuerza del pelo justo cuando Manuel enterró su dedo hasta el nudillo en mi recto.
    
    Un chorro ...
    ... cálido y cremoso como el yogur comenzó a llenar mi boca… y aquello no paraba ni un momento, mi boca tragaba y tragaba pero aquello no me daba respiro… El esperma me rebasaba la boca y al final me tuve que quitar, con la boca llena y aun tuvo fuerza para enviarme un chorro que me manchó cara y pelo.
    
    Me incorporé y comencé a tragar lentamente el semen, saboreándolo lentamente, jamás lo había hecho con mi esposo ni con ninguno de los tres novios que había tenido antes de conocerle pero estaba más caliente que una yegua en celo así que lo degusté como si fuera un vino. Tenía un sabor entre dulce y salado y parte se me escapó por las comisuras y me cayó en las tetas.
    
    Aquello me saco de mi estupor, volví a pensar en mi hijo y en mi esposo al que jamás había engañado hasta aquel día, también pensé que cualquiera podía entrar en la sauna y pillarnos en aquella situación así que decidí levantarme y salir de allí antes de que aquello pasara a mayores o nos pillaran en plena faena, pero antes de que pudiera levantarme y coger mi albornoz, Manuel me tiró de las piernas, quedando tumbada sobre el suelo de madera de la sauna.
    
    Me separó las piernas y hundió su cara en mi entrepierna, comenzó con mi clítoris y fue como si una explosión hubiese sucedido en mi vientre y en mi cabeza. Iba a gritar como una loca pero Héctor se dio cuenta y me metió su polla flácida en la boca.
    
    Solo se oía el chapoteo de la lengua de Manuel en mi coño y mis jadeos. La lengua de él se deslizaba una y otra ...
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