-
De chuparsela en los baños a ser su puta en su casa.
Fecha: 13/04/2019, Categorías: Gays Autor: Alex15100, Fuente: SexoSinTabues
... volvió placer, no, no lo hizo. Incluso días después continué teniendo algo de ardor y dolor, principalmente al defecar. Sentía como entraba y salía su verga de mi interior y como de repente empujaba como si quisiera llegarme hasta el estomago antes de volver con sus salvajes embestidas que generaban un morboso sonido por su verga entrando y saliendo, y por sus huevos golpeando mis nalgas. —Pero que estás bien rica perra— Me insultó de nuevo y me dio un manotazo en la espalda obligándome a recostar mi cuerpo dejando mi culo al aire. Entonces él me la sacó para acomodarse a mi lado. Puso un pie en la cama y el otro en mi cara para volver a metérmela ahora con facilidad y de golpe sacándome otro grito. Yo mentalmente solo pedía que me la sacara pero la verdad es que una parte de mi disfrutó. La manera en que me la continuaba metiendo ya me hacía hasta llorar. Estuve un rato más que bien pudo ser un minuto, pero lo sentí como una hora cuando me la sacó. De un nuevo tirón de cabellos me hizo alzarme y se quitó el condón. —Abre la boca, y quiero que te tragues todo lo que te dé— Obedientemente y con mi rostro ardiendo ya no sabía si de tanto gritar, de dolor, o por las cachetadas terminé abriendo la boca. El comenzó a masturbarse y acompañado de unos morbosos gemidos por su parte comenzó a tirar leche tanto en mi cara como en mi boca. Tragué lo más rápido que pude sintiendo una arcada por el sabor ...
... pero no me dejó limpiarme. En su lugar tomó uno de esos desodorantes Ovao. Los que son como chiquitos, gordos y paren tubitos. Y me lo metió a la boca hasta que solo se vio la tapa. Con su celular me tomó una foto y me sacó el desodorante. —Solo es para el recuerdo, te prometo que nadie más la verá— Y le creí. Me pasó una camisa suya para limpiar mi rostro y agradecí que no me obligara comerme aquello también. Después de aquello pareció ser otra persona, una más “humana” por así decirlo. Me platico que le gustaban ese tipo de juegos, que le había gustado mucho hacerlo conmigo. Y me puso algo de lidocaína para que el dolor pasara. Incluso me regaló lo que había quedado del tubito el cual no era mucho realmente. También me hizo lavarme la boca con pasta dental para poder besarme. Estuvo otro rato manoseándome y besándome hasta que ya fue hora de irme. Aun sentía dolor, pero por la crema no era tanto. Aun así no sabía si era yo quien estaba sugestionado o no pero sentía que cojeaba. A pesar de que él me dijo que no. El me llevó a mi casa y en el camino decidió preguntarme más sobre mi vida y cosas así. Le pasé mis datos y quedó de llamarme después. A pesar de todo lo que me hizo, él despertó en mi aquél lado que no sabía que tanto disfrutaba. El entregarme por completo a la sumisión de un hombre. Por qué volví con él, muchas veces. Donde me mostró todo lo que él era capaz de hacer, y yo de aguantar.