MIS PRIMAS CON LAS QUE JUGABA DE NIÑO 1de 2 - Relatos Eróticos

MIS PRIMAS CON LAS QUE JUGABA DE NIÑO 1de 2

... coloque tras ella y la abrace por la cintura, coloque mi miembro pegado a su culo y ella seguía protestando, que si éramos familia, que si nos criamos como hermanos, etc. Yo no respondí nada, sólo me limité a meter mi mano entre su cintura por debajo de la camiseta que llevaba puesta, el sentir su piel tibia y tersa me excitaba más, ella seguía protestando y retiraba mi mano de donde la tocaba, sin embargo yo la apretaba más a mi y mi verga se acomodaba entre sus nalgas por encima. a de nuestros calzones. En sus hombros le daba suaves besos, y a pesar de seguir rechazandome su respiración se le agitaba. Coloque una mano por la base de sus tetas y de apoco las fui aprisionado logrando al fin comprobar lo que siempre imaginé, eran muy firmes a pesar de no ser muy voluminosas, de hecho ella es chaparrita pero un cuerpo fabuloso, ella luchaba por retirar mi mano de sus pechos pero yo era insistente y pase rozando con mi otra mano su vagina, la sentí calientita y húmeda, deje mi mano ahí encima y mientras ella seguía diciendo que no siguiera y tratando de zafarse de mi hice como que me quede dormido abrazándola. Un tiempo después ella fue la que se quedó dormida y cuando l escuché que lo hacia profundo metí mi mano entre su calzón y me abrí pasó entre su pelambrera, suavemente fui jugando sus labios y ella inconsciente empezó a mover las caderas y a agitarse, mi ereccion volvió y entonces me saqué la verga y le coloqué su mano sobre ella. Le baje su pantaleta y me fui colocando, ...

... así en la posición de cucharita para metérsela, fue en ese momento en que se despertó y me empujó, pero yo le tome las piernas y se las levanté colocándolas inmediatamente sobre mis hombros, ya no pudo hacer más ¡al fin era mía! Se la metí de un solo empujón, estaba mojadísima y fue fácil, seguía protestando y llorando, pero ya estaba echo, y lo empezaba a disfrutar, se cubrí con los brazos y manos su cara mientras yo le retiraba por completo su pantaleta, cuando lo hice le tome por ambos tobillos y le abrí las piernas lo más que pude y empezó a gemir y retorcerse en la cama, yo le estaba dando una cogida salvaje me coloque encima de ella, en la posición del misionero y le abrace del cuello besandolo, ella me mordía los hombros con fuerza, se estaba dejando llevar por la pasión, lo disfrutaba pero aún así en momentos continuaba diciendo que no era correcto lo que hacíamos, cuando metí uno de sus pezones en mi boca y los chupe y lamí con mi lengua sentí en mi miembro algo caliente, sumamente caliente ¡se estaba viniendo a chorros! Eso fue lo máximo para mi y no pude contenerme y también terminé, más no por eso se la saque, poco a poco mi ereccion bajaba pero ese manjar no era para tener un respiro, era para gozarlo porque quizás fuera la primera y última vez, empecé a mover mis caderas mientras ella trataba de relajarse, de nuevo cuenta sentí como se me endurecida dentro de su vagina, y en pocos segundos estábamos de nueva cuenta cogiendo, nuestros cuerpos estaban completamente ...