En casa de mi tía
Fecha: 14/04/2019,
Categorías:
Voyerismo
Sexo con Maduras
Masturbación
Autor: JoBCN, Fuente: xHamster
Esta historia sucedió en una noche de verano hace ya algunos años. Nunca me he atrevido a contarla, pero creo que ya ha llegado el momento.Un sábado por la noche fui a cenar a casa de mis tíos, él tiene 48 y ella 45 años, no es una miss universo, pero tiene un buen par de tetas y un culo que a mí siempre me ha puesto cachondo cuando viste vaqueros. Al acabar la cena vimos una peli, tomamos un cubata y como se hizo tarde mi tío me dijo que me quedara a dormir. No llevaba pijama, puesto que mi intención no era quedarme a dormir, así que me quité la ropa quedándome sólo en boxes y me tumbé en la cama. Pasó un tiempo, no sé cuánto, y me desperté a causa del calor que hacía y con bastante sed, así que me levanté y me dispuse a ir hacia la cocina cuando oí algo procedente del fondo del pasillo. Movido por la curiosidad me dirigí hacia aquel sonido que parecía provenir de la habitación de mis tíos. Al acercarme más a la puerta, que estaba entreabierta, pude escuchar con claridad que aquellos sonidos eran gemidos. Me quedé unos instantes clavado detrás de la puerta dudando si asomarme, con el peligro de ser descubierto, o regresar a mi habitación. Finalmente opté por asomar un poco la cabeza. La ventana estaba abierta y podía entrar claridad de las luces de la calle. Mis ojos se abrieron de par en par cuando al fondo de la habitación veo a mi tía cabalgando de espaldas a mi tío, mirando hacia la puerta. Sus tetas botaban arriba y abajo mientras ella trataba de contener los gemidos ...
... mordiéndose el labio inferior. De repente noté que frenó su cabalgada y pensé que me había visto pues se quedó mirando a la puerta, pero fue un instante. Enseguida se agarró las tetas y comenzó a follarle duro. Creo que miraba disimuladamente hacia la puerta, casi estaba seguro de que sabía que la estaba espiando. Mi polla estaba dura como una piedra y me la agarré con la mano, apretándola en un intento de calmarla, pero sólo conseguí que se pusiera más dura, así que me la saqué y comencé a masturbarme mirando aquellos pechos bamboleándose sin control, la cara de placer de mi tía deseando más polla, más…más. No me di cuenta de que la puerta ya no me escudaba, dejándome prácticamente al descubierto, pero en aquel momento no me importó y dudo mucho que con lo caliente que estaba ella tampoco le importara. Un par de golpes secos y un movimiento circular de su cadera recogiendo todo el placer seguido de un largo gemido indicó que había llegado al orgasmo.Acabé corriéndome sobre mi mano izquierda para no manchar el suelo, después fui sigilosamente al baño a limpiarme y regresé a mi habitación, donde me quedé dormido tras pensar un rato en la escena vivida.A la mañana siguiente mi tío fue pronto a trabajar. Me levanté y fui a la cocina donde estaba ella preparando el desayuno. Vestía un pantalón de pijama muy corto y una camiseta muy fina dejando entrever sus duros pezones.Ella me miró, me saludó y me invitó a sentarme. Fue entonces cuando advertí que estaba en calzoncillos, ella ...