1. Más allá de una fantasía con mi madre (Cap. 5)


    Fecha: 16/04/2019, Categorías: Incesto Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    CAPITULO 5
    
    AFRONTANDO LAS CONSECUENCIAS
    
    Había pasado varios días de lo ocurrido en mi cama junto a Sofía, y su actitud conmigo no había mejorado mucho, sin embargo, por lo menos me dirigía la palabra y conversaba conmigo lo estrictamente necesario.
    
    Para satisfacción mía y gracias a que en la oficina era obligación llevar uniforme, podía seguir contemplando su hermosa figura y apreciar esas piernas que ya había acariciado días antes.
    
    Sin embargo, en la casa, cuando llegaba del trabajo, Sofía trataba de ser lo menos provocativa posible, se colocaba ropa floja y cubría sus piernas en todo caso con una manta mientras descansaba en la sala o estaba sobre su cama.
    
    Por mi parte evitaba estar en la misma habitación para no molestarla, como extrañaba verla cocinar o limpiar la casa.
    
    Era una situación por más compleja para mí, la mujer que tanto amaba y había besado, me rechazaba y se portaba indiferente conmigo. Personalmente había optado por ya no pasar por su oficina para no sufrir un desplante en público, que lo único que haría sería lastimarme más. Empezaba a arrepentirme de lo que había hecho.
    
    A tanto llegó mi arrepentimiento que me había propuesto ir luego de clases por su oficina, invitarla a almorzar y pedirle disculpas por lo sucedido. Estaba dispuesto a apagar mis deseos para con ella, con tal que la relación entre los dos fuera la misma de antes.
    
    De camino a su oficina, por coincidencia pasé por una floristería y se me ocurrió comprarle una rosa, ...
    ... solo una rosa, sin adornos, ni nada llamativa, solo era una rosa roja.
    
    Me dirigí a su oficina y para mi sorpresa, ella no estaba en su escritorio. Una compañera supo decirme que estaba en una reunión y que seguramente irían de largo con la misma, de hecho, me dijo que en vano me quedaría esperándola.
    
    Opté por hacer caso de la sugerencia y me dispuse a salir, cuando su compañera de trabajo me preguntó:
    
    —Y, ¿esa rosa es para Sofía?
    
    —Si, les respondí, pero como no está, me la llevo
    
    —Sabes, déjasela sobre el escritorio, si quieres déjale una nota, sugirió
    
    No me pareció mala idea, sin embargo, que podría decirle en la nota que no fuera comprometedor a cualquier persona que la leyera, pero a la vez debía decir lo necesario para que ella entienda lo que quiero decirle. Me quedé un rato pensando.
    
    —Listo, dije, mientras depositaba la tarjeta sobre el escritorio y colocaba la rosa sobre ella.
    
    Me despedí de la compañera de Sofía y me dirigí a la casa, a la más amarga espera hasta que llegó Sofía a la casa y poder aclarar las cosas. Iba pensando en la tarjeta y el mensaje que le dejé.
    
    “Perdóname. TQM”
    
    ¿Sería suficiente lo escrito? o ¿tal vez sería muy infantil o cursi?, iba pensando.
    
    Aparentemente la reunión se iría más largo de lo común, pues ya iban a dar las 8 de la noche y Sofía no regresaba. Empezaba a pensar que lo de la rosa era la peor equivocación que había cometido luego de besarla.
    
    Sin embargo, no tardó mucho más en llegar a la casa, su actitud ...
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