Excitada con mi tío Alberto
Fecha: 21/08/2017,
Categorías:
Primera Vez
Lesbianas
Tabú
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Adoraba a mi tío Alberto desde que era chica. Su voz recia, su prestancia varonil, su olor a macho. Todo eso me gustaba y, cuando era ya una adolescente bien crecidita, todo eso me excitaba; al punto de sentirme húmeda cuando le daba un beso.Mi tía Sara era todo lo contrario; una mujer bastante antipática y amargada, que contrastaba mucho con la simpatía de mi tío…Mi prima Carolina era además una de mis mejores amigas y compañera de estudios. Con ella y otra amiga, Fernanda, cursábamos juntas la Facultad.Carolina era bisexual desde chica y a veces me arrastraba a su locura y me pedía que, cuando iba a pasar la noche en su casa, compartiéramos la misma cama angosta en su habitación.Nos dábamos durante la noche unas buenas revolcadas, ahogando gemidos para no despertar a mis tíos…Un fin de semana ellos se fueron a la costa y entonces, Carolina me invitó a pasar ese tiempo con ella. Me instalé en su casa el sábado. Empezamos después de cenar, bajo la ducha tibia...Después deshicimos la cama. Carolina abrió sus muslos y me hizo comerle la concha. Mi lengua y mis labios pronto provocaron sus intensos gemidos, que pronto se convirtieron en alaridos salvajes; ya que, esta vez, nadie nos podría oír…Después fue mi turno de gritar. Los expertos labios de mi prima pronto encontraron mi concha humedecida y en pocos minutos logró arrancarme gemidos y maullidos de gata en celo. Pronto arqueé mi espalda hacia arriba, empujando su cara contra mi concha y tuve un orgasmo intenso. Mientras ...
... una especie de electricidad recorría mi cuerpo; pensé que esa lengua sedosa dentro de mi concha era la de mi tío Alberto…Esa noche no pudimos conciliar el sueño, ya que, una y otra vez, nos turnábamos para gozar una en manos de la otra.Un par de días más tarde, estando otra vez reunida con Carolina en su casa para estudiar; mi tía Sara me llamó aparte. Me miró con cara de pocas amigas y me mostró un pequeño arete con una argolla plateada y una piedra azul engarzada. De mala manera me preguntó si eso era mío y le respondí que no.Volví al comedor con Carolina y ella me dijo que su madre estaba muy caliente, porque había encontrado ese arete en la alfombra de su habitación y mi prima tampoco lo había perdido…Mi prima también se puso seria y me preguntó si yo me encamaba con su padre. La miré con bronca y me hice la ofendida. Me fui de su casa sin despedirme de ella ni de mi horrible tía Sara.En el camino de regreso recordé quién era la dueña de ese arete.El día anterior había estado con Fernanda y había visto ese mismo arete en una de sus orejas. Pero solamente uno…Uno más uno dos; no me quedaron dudas sobre quién se acostaba con mi tío Eduardo; porque estaba segura de que Carolina jamás había invitado a Fernanda a quedarse con ella a solas en su casa.Me provocó mucha envidia saber que esa tonta se dejaba coger por mi adorado tío. No podía pensar en otra cosa, pero estaba satisfecha por saberlo solamente yo y no mi prima…Esa misma tarde me crucé en la calle con mi tío Alberto. ...