1. Volviendo a follar con mi cuñada


    Fecha: 19/04/2019, Categorías: Gays Autor: morboso1957, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamó Maite pare decirme que estaría sola toda la mañana del sábado porque mi cuñado se acababa de ir con unos amigos a hacer una marcha por la montaña, Fue una cosa imprevista y le dije que iría lo más pronto que pudiera.
    
    Ni quiso decirle que iba a ir ya para darle una sorpresa y vaya que se la di. No tardé ni quince minutos. Cuando llegué a su casa me recriminó que no le hubiera dado al menos media hora para ducharse y arreglarse un poco. Solo me he lavado los dientes y la cara, me dijo un poco compungida. La había pillado casi recién levantada y solo llevaba una bata a juego con el pijama. Le dije que no, que quería tenerla así, recién levantada y que nos ducharíamos luego juntos.
    
    La abracé y la besé primero suavemente y después con pasión y ganas, le arrinconé contra la pared y abriendo su bata y metiendo mi mano por debajo de la blusa del pijama, empecé a acariciar sus pechos. Maite suspiraba y me comía la boca con desesperación. La llevé hacia el comedor y la hice sentarse encima de la mesa, la tumbé y le quité el pantalón del pijama y seguidamente sus braguitas.
    
    Acerqué una silla, me senté y poniendo sus pies encima del borde de la mesa, abrí sus piernas y comencé a besar el interior de sus muslos, alternando con lamidas constantes con mi lengua. Me fui acercando a su coño, pero sin tocarlo. Bordeaba con mi lengua, lamiendo sus ingles y su monte de Venus. Joder, José no me hagas esto, cómemelo ya, me dijo. Si hacerle caso seguí lamiendo como me parecía, ...
    ... mientras la sentía gemir cada vez más mientras me decía que era un pedazo de cabrón y que se lo comiera o me la follara ya. Finalmente empecé a lamerle el coño mientras con el dedo pulgar de la mano izquierda iba acariciándole el clítoris y de vez en cuando dejaba su coño y le lamía el clítoris. Volví a lamerle el su coño y de vez en cuando con mis dientes tomaba sus labios, los mordía suavemente, estiraba y los soltaba. Le soplé y empezó a gemir aún más, mientras me apretó la cabeza contra ella. Le metí la lengua y le folle el coño con ella y nada más volver a acariciarle el clítoris con el dedo, empezó a correrse empujando su coño contra mi boca mientras apretando se incorporaba un poco levantando su espalda de la mesa.
    
    Cuando empezaba a relajarse, sin darle tiempo, me levanté de la silla y sin preámbulos, le metí la polla hasta el fondo, follándola fuerte y rápido, mientras le metí el dedo pulgar de mi mano derecho en su boca para que me lo chupara, apretando con mi dedo sus dientes y mandíbula hacia abajo.
    
    Sacando mi dedo de su boca, le di una nalgada y le pregunté si quería cambiar de sitio, me dijo que no, que acabara de follármela allí que luego ya nos pondríamos más cómodos. Con sus piernas en mis hombros, mi boca comiéndole alternativamente sus pezones y pechos, le tiraba al mismo tiempo del pelo hacia abajo para que levantara un poco su cabeza. La besé y busqué su lengua para chupársela y enrocar la mía con la suya.
    
    Me separé un poco para mirarla y ver su cara ...
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