1. Me gusta más que me toquen otros


    Fecha: 20/04/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... playa, el campamento estaba lejos y Álvaro jugaba olvidado de su pequeña hermana- dime Diego ¿así cómo?
    
    -Así- me señaló con un gesto de cabeza- ya sabes...-era un niño, le avergonzaba decirlo.
    
    -Desnuda, Diego, la palabra es desnuda.
    
    -...ya lo sabía pero me da corte- se sumergió para que no viera como se había puesto colorado, aproveché y me acerqué a él.
    
    -Has crecido mucho Dieguito, seguro que ya tienes novia.
    
    -No todavía no...
    
    -No, con lo guapo que eres seguro que muchas chicas quieren ser tu novia.- me apoyé sobre sus hombros y extendí mi cuerpo hacia atrás dejando que el sol viera mis nalgas- ¿no te lo ha pedido ninguna chica del cole, Diego?
    
    -No,...-titubeó- bueno una vez Carol, la de la segunda fila, me dio un beso en el recreo cuando marqué un gol, a mí me dio vergüenza pero nada más.
    
    -¿Sólo te besó?
    
    -Sí
    
    -¿Dónde? ¿Aquí?- y le besé sensual la mejilla. Tardó en responder
    
    -No- me miró y se llevó los dedos a los labios- aquí
    
    -¿Y fue así?- me acerqué y besé sus labios, deslicé la lengua sobre ellos y se la metí en la boca, apreté y empecé a moverla muy sensual y juguetona, él no sabía que hacer- mueve la lengua, Diego, intenta enredarla con la mía- y seguí pegándole el lote. Él se animó y sin dejar de mover los pies y los brazos para no hundirse, absorbía mi lengua y se dejaba enseñar-
    
    -¿Te habían dado alguna vez un beso así, primo, con lengua?
    
    -No- susurró
    
    -Entonces tampoco habrás visto nunca una mujer desnuda-
    
    -No, bueno a ...
    ... mamá a veces y en las revistas pero de verdad no.
    
    - ¿Quieres mirarme, Dieguito?- y sin que me respondiera volví a hacer el cristo sacando todo mi cuerpo a la superficie del agua para que mi pobre primito viera a la primera mujer desnuda de su vida de verdad.
    
    Me miró de arriba abajo, no sonreía, su expresión era una mueca de sorpresa, agradecimiento y vergüenza, me recorría palmo a palmo con los ojos, vi que se detenía a mirarme los pechos con los pezones tiesos por el contacto del agua y la excitación que me daba mi primo al mirarme. Siguió mirando mi vientre y cuando llegó al vello de mi entrepierna miró de reojo, suspiró y me miró a la cara sin decir nada. Me moví en horizontal hacia él, pasé una pierna por encima de su cabeza y lo dejé entre mis piernas, de frente a mi conejito que ya estaba húmedo y salado, no precisamente por el mar. "¿Lo ves bien ahí Diego?" y se lo acerqué más a la cara "¿esto tampoco lo habías visto nunca verdad?, negó con la cabeza, sudaba y respiraba tan rápido que su aliento me llegaba al choco, "seguro que te gustaría tocarlo, venga hombre, aprovecha", e inocentemente, con miedo a que mis labios vaginales excitados y abiertos le succionaran las manos, acercó sus dedos y acarició suavemente, me estremecí a su contacto.
    
    En una película de esas pornos yo había visto como un hombre le tocaba a una mujer el chocho y después la hacía gemir dándole gusto con su picha y con los dedos, había visto un par de veces a mis padres en su dormitorio, una ...
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