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AQUEL NIÑO HAITIANO (espiando a los brujos)
Fecha: 21/04/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... Está bien bruta mi hermano pero te lo digo yo que el niño ni se quejó, se la he dejado en la garganta hasta que acabo y ni chilla. Yo: bueno está bien vayamos a ver. Caminamos el trayecto del bosque, una madreselva de gran diversidad y colorido, cuando llegamos a la cabañita improvisada en donde vivía el señor, no había nadie; aunque nos extrañó salimos de ahí. mi contacto dijo que se iba, intenté convencerle de que nos quedáramos a bañarnos un rato ya que hacía calor, pero el difirió me dejó allí en el sendero, llegué a una parte del balneario bien sombreada y me bañé cerca de 20 minutos, algunos adolescentes al ver mi trasero marcadito se reían y secreteaban, pero que va no hubo acción. Caminé contemplando la bella natura que me rodeaba mirando todo tipo de aves y al volver la vista hacia abajo había perdido el sendero y no tenía una puta idea de cómo había llegado allí ni de cómo salir. Yo: Cálmate Fabrizio, respira, cálmate y busca el sonido del agua corriendo, en algún momento saldrás al balneario popular de la quebrada y listo. Pero luego de horas de caminar siguiendo el rio escuché otro sonido, un tamborileo constante y muy rápido, debían de ser ocho compases por segundo al tanteo, me escabullí en la espesura guiado por el Golpeteo de los tambores y los gritos de euforia y al asomarme por entre los arbustos vi algo que honestamente me quitó la erección hasta ese momento perpetua. Un semicírculo de tambores de varios tamaños tocados sin descanso por 4 jovencitos de ...
... entre 16 a 24 años, un par de espectadores extranjeros grabando con sus Smartphone, un anciano sentado en una silla de ruedas hablando una lengua extraña mientras hacia ademanes con la mano a un niño precioso, de al menos 12 años de edad en calzoncillos color rosa pálido, de piel oscura pero no tanto como la población de aquel lugar, su cabello era largo hasta la espalda media, peinado en forma de rastafari, su cuerpo totalmente tonificado dejaba ver un abdomen marcado y extremidades bien trabajadas; Pero sus glúteos. ¡No me Jodas! Eran simplemente perfectos, la curvatura, la redondez, la proporción, ¡Todo! y si hablo de su rostro, de cejas gruesas, labios acolchados, nariz algo chata; sin mencionar la cereza que le faltaba al helado, sus ojos, eran azules (un morenito de ojos azules, ja), pero asi era. El encanto desapareció tan pronto como llegó al ver al niño retorcerse como poseído al mínimo movimiento de manos del anciano. Un enorme negro de veintitantos, de porte musculoso, trasero redondo y firme, utilizaba una barba de varios dias, cabello rapado muchos collares y brazaletes de azabache. Este sujeto se retorcía en una medida mucho menor, daba saltitos en el mismo sitio como quien se prepara para correr, el anciano le da a inhalar al hombre alguna infusión que llenaba de humo su nariz, en ese momento le puso la chico los brazaletes y collares en el cuello, ató sus manos (simbólicamente porque eran collares de los que venden los lugareños a los turistas tontos) y lo despojó ...