1. Incubo ( Parte 10 )


    Fecha: 22/04/2019, Categorías: Incesto Autor: Kirito1970, Fuente: SexoSinTabues

    ... horizontal boca arriba a la niña, y a la túnica blanca la acostaron en la piedra que estaba cubierta con la tela a manera de altar, separándole los brazos y las piernas fue amarrada firmemente de tobillos y muñecas, no paso mucho tiempo, las dos recobraron el sentido, las personas seguían cantando en un lenguaje desconocido, al ver que ya habían recobrado el conocimiento, se acercó un hombre, a la niña que traía la túnica negra, quien ya la habían incorporado y se encontraba de pie, otra persona acerco una vasija y aquel hombre metió las manos y las lleno de algo que parecía aceite, para luego comenzar a untarla en el cuerpo de la niña mientras que recitaba oraciones en voz alta, una vez que el hombre termino de llenarla hasta los pies, no hubo parte de su cuerpecito que no hubiera quedado libre de aquel aceite, las dos mujeres la guiaron hasta la piedra donde yacía atada la otra nena, y ahí se quedó de pie sosteniendo la vasija que le dieron las mujeres, cuando se acercó al altar, de inmediato se acercó también un hombre, y en ese instante todos callaron, solo el murmullo del entorno se escuchaba, se acercó una de las mujeres y por la espala le quito la túnica al hombre quedando desnudo, de complexión atlética y joven, dio varios pasos hacia el atar, al mismo tiempo cuatro entes emergieron de la tierra, transfigurándose con figuras cadavéricas, casi como esqueletos, se acercaron al alar por los lados, colocándose cada una en cada extremidad de la nena amarrada y ...
    ... tomándola con las manos, al ver los la nena que estaba todavía algo atontada por el efecto de lo que había bebido empezó a llorar asustada, también la que permanecía de pie su cara expresaba susto, miedo, pero permanecía ahí parada, pareciera que ya antes los haba visto. La niña que estaba en el altar, claramente trataba de zafarse de sus ataduras, pero era inútil, las ataduras eran firmes, cuando sintió que la tomaban de las manos y de los pies grito de pánico y su llanto fue más audible, pero aquel hombre que ya se había colocado a un costado de ella, recitando frases que no entendía, pasaba sus manos sobre el cuerpo de desnudo de la nena, masajeando los pechos nacientes y que apenas sobresalían con ambas manos, luego su estómago y luego su pubis, donde su mano se internaba manoseando aquella vulva lampiña y virgen, así varias veces, se acercó entonces la otra mujer con una copa y se la entregó al hombre quien tomándola, alzo la copa sobre a niña quien no paraba de llorar y vertió el contenido sobre su pecho cadera y pubis, semejante al aceite de oliva, transparente pero aceitoso, lo esparció con ambas manos del cuerpo de la niña, quien se retorcía como queriendo evitar esas manos, lo cual le resultaba inútil, ni un centímetro podía cerrar sus piernas, que permanecían abiertas en contra de su voluntad, aquel hombre siguió frotando sus manos de manera cadenciosa, lentamente bajaba desde el cuello hasta las rodillas, esparciendo el aceite, cerciorándose que aquella entrada vaginal ...
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