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Despedida para el trabajo
Fecha: 25/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: caquijanom, Fuente: CuentoRelatos
... lengua entraba en contacto con su parte más íntima. -¡Oh! ¡Oh! ¡Oh amor! -Jadeo ella cuando sintió mis dedos retorcían su pequeña protuberancia sin misericordia. Instintivamente sus manos se enredaron en mi cabello pelirrojo, por mi parte se sorprendía de aun no quedar calvo con todas las veces que Adriana jalado su cabello con fuerza- Eres… ahí magnifico. Después de seguir con mi trabajo chupe con cuidado su clítoris en la cantidad suficiente para hacerla retorcer de placer, mientras dos de sus dedos la penetraban sin parar. Escucho a mi mujer murmurar cosas sin sentido y como todo se contraía dentro de ella cuando grito mi nombre. Yo satisfecho con su obra después de ver el rostro de mi esposa se levantó del suelo pegando mi cuerpo con el de ella, no hubo tiempo de decir nada, ya que inmediatamente Adriana coloco sus piernas alrededor de mi cintura y yo reacciono penetrándola en el acto al mismo tiempo que estampaba un beso ardiente en sus labios. -Eres -empuje- mía -empuje- solo -empuje- mía. -Solo… tuya Cristian. -Te amo Adriana -dije yo mordisqueando el lóbulo de la oreja haciéndola gritar. Adriana escondió su rostro en mi hombro, sintiéndose maravillosa cada vez yo la envestía con fuerza, jadeando sin vergüenza después de cada estocada. Yo decido sacar su mano derecha de la cadera de mi mujer y la traslado hasta su seno para masajearlo. Sabía que a ella le gustaba que la tocara ahí mientras hacían el amor. -¿Te gusta? -le pregunte en el oído ...
... mientras empujaba más fuerte. Ella asintió con la cabeza, incapaz de decir algo. Las penetraciones continuaron y ella rasguñaba mi espalda liberando el fuego que sentía en su interior. -Mírame bebé -me pidió cuando sintió que ya le faltaba poco para terminar, sin dejar de jugar con su pezón. Adriana se levantó su cara para mirar directamente a mis ojos azul profundo que tanto le gustaban, yo estaba allí mirándola casi sin pestañear intentando grabar el rostro de Ella. Era sexo, era pasión, era amor y confianza lo que yo le transmitía en ese momento y abrumada por las sensaciones cerro los ojos al sentir como su interior se contraía apretando mi miembro. -Cristiannnn. Yo sonrió al verla en ese estado y continuo con su vaivén de caderas hasta encontrar mi propia liberación. -Adriana, Adriana, Adrianaaa -grito llenando con su semen el cuerpo mi esposa. Después de llegar al orgasmo yo la sujeto con fuerza a Adriana que se sentía como una muñeca de trapo, plantando dulces besos por su rostro mientras la sostenía con ímpetu de la cintura. Poco a poco ella bajo las piernas que mantenía aferrada mi trasero y las deslizo hasta tocar el suelo de la ducha. -Gracias amor -dije yo abriendo más la ducha mientras la sujetaba de la cintura. Ella aferró mis brazos al cuello con una sonrisa tonta en los labios para no separarse. Se sentía llena de felicidad en ese minuto y no tenía ganas ni fuerza suficiente para mantenerse de pie sola después de llegar al orgasmo dos ...