Emilio II - Relatos Eróticos

Emilio II

... hacia suaves caricias en mi abdomen, bajando a mi inglés y llegando a la zona que está ente los huevos y culo, cada vez bajaba por mi cuerpo besando , mi abdomen, pubis y al llegar a mi pene, sentí como la punta de su lengua lamía mi cabeza nada más, haciendo círculos de tanta excitación contraje mi pubis, seguía con sus caricias cosa que me ponía al cien, un hombre tan viril ver en esa posición era tan cachondo que le hice lo que a mi un día me hizo, tome su nuca y le metí mi pene de una, bombeaba con mucha rapidez, sensación extraña y rica. A: ahora quien es mi puta, se la metía y no dejaba que me la dejara de mamar, en eso no paró y se la meto más al fondo corriendo me en su boca. Se para y me dice: con que así van a hacer las cosas cabron, me toma de las piernas y las pone en sus hombros y me abofetea otra ves. E: ahora si vas a descubrir que un hombre, mete su palo en seco, grite como no tienen idea. A: quítate Emilio me duele (quejándome) me la metía y muy fuerte y cada que le suplicaba no lo hacía, tomó mis manos y con sola de el no las soltaba A: por favor ya basta! (Llorando). E: ahora te aguantas, y bombeaba más fuerte, me tapó la boca con su otra mano y cada que me la metía, más fuerte, no paraba y la cara se le puso roja, sudaba más, y hacia un grito con voz raspada de excitación, yo no ...

... aguantaba más y para salir de eso safe mi mano lo rasguñe cosa que le encantó y saco su verga y me de una me la volvió a meter con más fuerza, recargó todo su cuerpo con el mío y mordió mi cuello, me destapa la boca y comienzo a dar pequeños gemidos gritando un poco y me empieza penetrar más fuerte. E: ahora si te voy a preñar perra! Me vengo hoooo, llenando de semen todo el culo, saca su verga llena de leche. E: la quiero limpia puta y ahí de ti si me muerdes, al probar su semen me latió un chingo su sabor pero tenía que hacer lo más por orden, pase mi lengua por su tronco de arriba a bajo una y otra vez y hacer círculos en la cabeza, que me tomó de la nuca me cogió la boca, no dejaba de bramar, y viniendo se por segunda vez y tragando me todo, me beso y volvía a frotar su cuerpo en mi pero ya estaba cansado y decía que aún estaba excitado. Pude entender que se trataba de un hombre muy violento y con una perversión sexual extraña (para mi en ese entonces), sentí un poco de miedo, pero también había sido un buen hombre, en ocasiones tenía detalles muy tiernos, aún tenía en su Buró la pulsera que le hice en el campa, en el donde sentía que si le importaba y que podíamos hacer que funcione esto, parte de mi creía que solo era una carga, en el sexo era algo ofensivo y rudo. Aún así seguí viendo lo con discreción!