-
LA HISTORIA DE MI VIDA 6. “La Despedida De Mi Padre”.
Fecha: 29/04/2019, Categorías: Gays Autor: Elcoyoludo, Fuente: SexoSinTabues
... de mi espalda saco el líquido y lo puso en su mano y con la que tenía el lubricante, unto su cetro de carne, le puso bastante lubricante y luego puso el bote de dicho liquido aun lado nuestro y me dio otro beso. Papá: cuando estés listo. Yo entendí a que se refería, pero quise seguir besándolo y mientras lo hacía meneaba mi cintura para frotar su pene entre mis nalgas, ahora se sentía mucho mejor por el lubricante. Mi pene por otro lado hacia ratos que del salía líquido transparente, dejándolo caer en el estómago de papá, pero al parecer mi padre no le importaba. Deje de besar a mi padre, lo deje de abrazar por el cuello con mis brazos para tomar el lubricante, lo agarre y puse cierta cantidad en mi mano de recha, con mi mano izquierda lo sujete del cuello y con la otra sujete su pene para untarlo aún más con lubricante, unte su gran glande y luego todo el tronco, lo masturbe solo para estar seguro que todo ya estaba completamente lubricado y con lo que me quedaba en la mano unte toda la entrada de mi ano. Al sentirme seguro, sujete del tronco el pene de mi padre y me levante un poco para darle espacio a tremendo mástil para que quedara parado y yo sentarme en él. Mi padre me miraba apasionadamente a los ojos y yo los suyos, su pene apuntaba hacia arriba viendo hacia mi anillo, lo sujete fuerte con mi mano y lentamente fui bajando, cuando su pene toco la entrada de mi huequito me detuve para tomar un respiro. Sujete fuerte el pene de mi padre e intente meter ese tremendo ...
... miembro en mi ser, pero no entraba, mi ano se resistía a darle pasa a tremendo intruso. Mi padre, me tomaba de la cintura con sus brazos, mientras yo intentaba meter su pene en mi agujero, y gracias al lubricante mi padre no tardó mucho en entrar en mí. La enorme cabeza de aquel pene de 19cm había entrado. Di un pequeño gemido de dolor cuando metí la cabeza del pene de mi padre en mi hoyito. Yo: hum. No sentí mucho dolor, así que sin soltar la verga de mi padre seguí bajando, metiendo cada vez más en mi vacío. Mi rostro era e dolor, pero seguí sentándome en tan deliciosa verga. Papá: tranquilo. Me susurro. Mi padre se había dado cuenta de mi dolor, pero no era mucho comparado con los anteriores. Ya llevaba media verga enterrada en mi cueva, mi padre solo se limitaba a abrazarme con sus brazos y yo a sujetar su fornido cuello, sujetar su pene con mi mano e irme sentando en el miembro de mi padre. Además mientras me iba sentando en su virilidad, nuestras bocas estaban cerca intercambiando aliento. Al fin, logre meter todo el pene de mi padre en mi hoyo, ahora mi padre estaba completamente dentro de mí. El dolor no era demasiado, podía sentir como el pene de mi padre estaba dentro de mi cuerpo y podía sentir sus testículos siendo aplastados por mí. Papa: ¿estás bien? Yo: sí. Papa: ¡que rico estas! Yo: tú también. Mi pene dejo de estar duro, para pasar a estar flácido, pero aun así lubricaba bastante, dicho líquido caía en el estómago de papá; mi padre se dio cuenta y obvio que no ...