1. LA HISTORIA DE MI VIDA 6. “La Despedida De Mi Padre”.


    Fecha: 29/04/2019, Categorías: Gays Autor: Elcoyoludo, Fuente: SexoSinTabues

    ... para ver como su pene era tragado por mi agujero. Las venas de su cuello se exaltaron y unas gotas de sudor en su frente empezaban a notarse. Yo no paraba mis centones, al contrario al ver lo maravilloso que lucía mi padre al follar, me hacía poner más cachondo y aceleraba mis movimientos. Papá: no pares. Sigue. Yo: mmm…haaa… Papa: ¡que rico! Sigue así. No pude resistir de bajar mi rostro para besar a mi padre y así lo hice, mi padre me correspondió y nos besamos y yo no paraba de moverme. Mi padre sin dejarme de besar, llevo sus manos y me tomo de las nalgas, abrió sus piernas y comenzó a empujar su pene hacia adentro y a fuera, lo hacía con tal fuerza que sus grandes testículos chocaban en mi trasero. ¡Qué sensación tan rica! Mi ano estaba tan abierto que solo podía sentir placer. Dejamos de comernos a besos, sin embargo mi padre me abrazo fuerte, pegando mi pecho al suyo y me penetraba a gran velocidad. Yo: haaaa…haaaaaa… con los ojos cerrados y apretando mis dientes. Papá: ooooh…ohhh… Mi padre era un experto en hacer el amor. Su gran pene no tenía dificultad alguna en entrar y salir de mi cueva. Mi pene excretaba gran cantidad de líquido transparente, el cual yacía en el estómago de mi padre. Papá: ffff…ahh…sss…ahhh… Yo: ha ha ha… Mi padre en un movimiento, me hizo quedar debajo de él, a piernas abiertas y él en medio de ellas, dentro de mi (de misionero) mi posición favorita, pues me hace sentir dominado. Se apoyó con sus brazos y mirándome a los ojos, comenzó con tan ...
    ... conocido vaivén a gran velocidad. Yo: haaaa…haaaa… Papá: mmm…haaaa… Sus testículos chocaban constantemente en mis nalgas. Yo acariciaba sus duros pectorales y con una mano apretaba uno de sus pectorales y con la otra acariciaba su fornido cuello, en el cual sobresaltaban sus venas. Su grueso pene rozaba mi recto, provocando en ambos una inmensa sensación de placer. Podía sentir cada vena de su enorme verga dentro de mí, mi ano estaba a más no poder. De la boca de mi padre y de la mía salían gemidos de puro placer y los sonidos de su pelvis al chocar con mis nalgas no se hacían sordos. Yo, mientras gemía a más no poder, también, acariciaba la ancha espalda de mi papá o hasta donde mis brazos llegaban. Su piel comenzaba transpirar, era una magnifica sensación lo que su sudor que al ser combinado con el mío me hacía sentir. Mi padre dejo caer por completo su cuerpo y siguió penetrándome como que si quisiera combinar nuestros cuerpos en uno solo. Era magnífico el poderlo tenerlo dentro de mi cuerpo, ya que con cada embestida podía sentir cuanto me quería. Yo solo me limitaba a abrazarlo y acariciar su espalda. También ponía una de mis nanos en uno de sus glúteos para halarlo más hacia dentro de mi cuerpo, apretaba fuerte su pompa haciéndolo más hacia dentro. Como si se pudiera. La respiración de mi padre era aguda, ya estaba llegando a su clímax, podía sentir su respiración en mi oreja y él la mía. Comenzó a menearse más rápido y su pene me hacía sentir de maravilla, que solo podía ...