Un vestido rojo demasiado sexy - Relatos Eróticos

Un vestido rojo demasiado sexy

... hasta la cintura. Unos dedos entraron limpiamente en mi vagina y entonces la voz del hombre mayor dijo: “Quería comprobar que no fueras un varón…”Subimos al asiento de atrás y entonces comenzó a masajearme la entrepierna, metiendo y sacando sus dedos de mi ahora muy humedecida vagina…De repente me tomó por las caderas y me alzó sobre él; haciéndome bajar sobre su muy dura verga, que se deslizó con mucha facilidad dentro de mi concha.Con sus manos ahora libres subió mi vestido hasta arriba, liberando mis firmes tetas, que pasaron a ser lamidas y acariciadas por sus labios.Me parecía increíble que un hombre de esa edad fuera tan vigoroso. Sentí su pija realmente muy dura mientras entraba y salía de mi concha.Pronto sentí una especie de electricidad que recorría mi cuerpo y gemí en su oído, mientras un intenso orgasmo explotaba en mi vagina y llegaba hasta mi cabeza…Entonces el hombre me hizo salir de su verga y me pidió que apoyara mi pecho contra el respaldo, de espaldas a él. Entonces en esa posición me clavó su dura verga desde atrás, aferrando mis caderas con sus callosas manos.Me bombeó con ritmo durante un buen rato y de repente se quedó quieto, para preguntarme si podía metérmela por el culo…Antes de que pudiera contestarle, su verga se deslizó hacia atrás y enseguida sentí que la cabeza bien dura pugnaba por entrar entre mis nalgas, por mi entrada trasera.Me la metió toda en un solo envión; hasta el fondo, provocándome un aullido de dolor y sorpresa. Gemí durísimo ...

... durante un buen rato; pero después comencé a sentir un placer inusitado con esa verga enterrada en el fondo de mi culo…De repente el hombre sacó su verga de mi ano; me agarró del cabello y me hizo girar para que me arrodillara frente a él. Me miró a los ojos con lujuria y me metió su dura pija hasta el fondo de mi garganta. Comencé a toser, pero sin dejar de lamer y chupar esa hermosa cosa.Otra vez repentinamente dejó de metérmela en mi boca; jaló de mis cabellos y me hizo recostar de espaldas sobre el asiento. Me abrió las piernas con cierta rudeza y comenzó a darme golpecitos con su glande en mi clítoris; bien rápido hasta que no pude aguantar más y acabé en un intenso orgasmo que me dejó temblando hasta los dedos. Cuando el hombre se percató de mi orgasmo, me penetró con mucha violencia; aferró mis nalgas y me bombeó salvajemente, mientras me decía que yo era la mejor puta que se había cogido en mucho tiempo…Volvió a retirar su dura verga y comenzó a meterme sus dedos en mi concha; primero dos, luego tres y finalmente toda su mano entró en lo profundo de mi canal vaginal, dilatándome al máximo y provocándome un dolor y un placer inusitados…Sentía dolor pero podía soportarlo, luego sus dedos bien lubricados entraron a fondo en mi culo; cuando lo sintió bien dilatado volvió a sodomizarme con violencia…Yo cerré mis ojos y sentí que me moría del dolor y placer…Unos minutos después el hombre tensó su espalda y acabó en el fondo de mi ano, llenándome de semen caliente. Luego de unos ...