Pirucha y su hijo - Relatos Eróticos

Pirucha y su hijo

... vuelvo a mamar su pija y lamer sus huevos, se arquea para que se los pueda alcanzar, mi lengua juguetea con ellos y siento que se hincha su cabeza, la engullo para no perder nada de su liquido listo para salir y lo siento invadiendo mi garganta junto a un grito de el que resuena a modo de micrófono dentro de mi concha, sigo hasta que siento se afloja pero no la abandono sigo, sin fuerza, temiendo le haga mal, pero sin dejar de gozar mi obra mientras la suya llega a mi orto, juega ahora con la recién descubierta lengüeta que salió a recibir esa humeda caricia, con estertores y fuerte gemidos tengo un orgasmo intenso y duradero, tanto cuanto sigue libando ya mis flujos, que asoman desde mi interior hacia su boca. Cuanto duro, no se, pero fue tan bello, el hacerlo con nuestro hijo es un placer único, que ningún otro hombre puede llegar a darnos. Abrazado a mis piernas el y yo a las suyas, quedamos saboreando ese momento tan sublime. Se incorpora y acuesta a mi lado, puedo?, -son tuyas desde que naciste lo fueron, y lame, besa, chupa, su lengua y sus labios no se cansa de mis pezones que ya estirados parecen dos diminutas pijas saliendo de una montañita roja como la sangre subida a otra montaña de carne que palpita al ritmo de mi corazón. Podrá ser síquico, no se pero con este macho mi calentura no solo no cesa sino que se multiplica. Mi deseo a sentirlo dentro mio es intenso, estaba por rogarle cuando se monta sobre mi y siento su pija tocar mi lengüeta, una descarga eléctrica ...

... me conmueve y su boca se une a la mia mientras siento como su pija va entrando suavemente en mi, levanto mis piernas para que la hunda mas y cuando su cabeza toca la boca de mi utero sus huevos chocan en mi culo. Ya soy su mujer pensé pero no se pude decirlo nuestras lenguas estaban jugando en nuestras bocas una segunda penetración simultanea, nos movemos complementado un coito divino, como estoy gozando, deseo que esos instantes sean eternos, mi cara arde lo mismo que todo mi cuerpo, estoy por estallar, lo aprisiono con mis piernas y ruego por sentir su leche inundándome, me viene mi orgasmo, separo mi boca de la de el porque un grito sube por mi garganta y necesito expulsarlo, sigo temblando pues mi orgasmo no acaba hasta que escucho uno similar casi sobre mi oído mientras su liquido ardiente pugna por perforar la boca de mi utero y alojarse en lo mas profundo de mis entrañas, lo logra, somos plenamente felices. Asi, fue en aproximación, pues resulta indescriptible lo gozado, mi primer polvo con el amor de mi vida. Ni cuando sentí que me estaban embarazando fue tan intenso. Se lo confieso, me lo agradece y me dice que también para el fue el mayor acto de amor de su vida, me dice, cuantas cosas quiero saber de ti, una de ella es de tu embarazo y mi llegada al mundo. Hijo, yo también necesito de tu historia, -la mia es corta, te cuento: Recuerdo cuando chico que me bañabas y tendría seis años que me chupaste el pito, -como?, . si sentía me estiraban la pielcita hacia abajo y ...