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FELIZ INICIO SEXUAL, CON PERRO INCLUIDO
Fecha: 02/05/2019, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Aquella noche, debido a una urgencia, mi hermanita y yo ( de siete y diez años respectivamente) quedamos al ciudado de unos vecinos, un matrimonio formado por un hosco hombre y una mujer simplona, ambos de unos 40 años.Cuando estábamos cenando entró en la cocina el magnífico doberman de la casa y se metió debajo de la mesa. El animal olfateó la concha de las mujeres y se dirigió a la vaginita de mi hermana, que tenía las piernas ligeramente abiertas. Dirigió su lengua a la entrepierna de la nena y empezó a lamerle el virginal coño por encima e sus pantaletas blancas. La niña sintió un regustito y se dejó hacer mientras seguía tomando sus cereales con leche. La rugosa lengua del doberman excitó sobremanera el clítoris de mi hermanita que pronto orgasmó juntando sus jugos con la saliva del can. Era la primera vez que la nena se corría y fue tan intenso el clímax que vertió el tazón sobre la mesa mientras gritaba: "¡qué rico, qué rico, qué rico!". El hombre se agachó bajo la mesa y pudo ver la insólita escena: la niña convulsionándose de gusto y el perro excitado con su verga gigantesca soltando abundante semen. El hombre agarró al animal, lo sacó con fuerza al patio y le propinó una soberana paliza, mientras confirmaba su sospecha de que su mujer había degenerado al perro y follaba con él. Mientras golpeaba al doberman yo podía comprobar como el hombre estaba empalmado por la escena vivida y su polla ...
... abultaba bajo el pantalón ... Aquella noche también dormimos en casa de los vecinos, mi hermana y yo en la misma cama. Pasadas dos horas después de acostarnos pude comprobar como algo se movía en la penumbra. Era el hombre que entraba de puntillas en nuestro cuarto. Metió la cabeza bajo el cobertor y buscó entre las piernas de mi hermana, que dormía placidamente. Separó ligeramente sus piernas y dirigió su lengua a su conchita, separando hacia un lado sus braguitas. Empezó a lamer aquella inocente cajeta, entreabriendo sus labios vaginales carnosos y húmedos y con la punta de la lengua masajeó ritmicamente su clítoris infantil. La nena empezó a sentir en sueños el mismo regusto que había sentido con el perro y arqueó su pubis para sentirlo con más intensidad ... Bajo las mantas aquel desgraciado pudo ver que yo estaba superexcitado por la vivencia y mi polla estaba a punto de romper el calzoncillo de dura y tiesa que estaba. Entonces el hombre no dudó en bajarme el slip y empezar a pajearme muy suavecito. Creí volverme loco de placer. Mi hermana empezó a jadear como un gatito del gusto que estaba recibiendo con la lengua de aquel cabrón y yo apretaba el culo para gozar con más intensidad de aquel pajote maravilloso ... Casi al mismo tiempo mi hermanita y yo orgasmamos en medio de gemidos que traspasaron las paredes de la habitación. Una noche inolvidable para mí y un sueño húmedo irrepetible para mi hermanita.
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