Las tres primas de mi mujer
Fecha: 03/05/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: NY City, Fuente: CuentoRelatos
Estoy casado y conozco a mi mujer desde mucho antes de casarnos. Mi mujer tiene unas primas (tres hermanas) que cuando yo las conocí algunas eran todavía niñas pero sobre todo una, ya era de mi edad. La mayor, Elisabeth, siempre me gustó, pero no quise tirarle los trastos porque me daba miedo que al estar saliendo con su prima no solo me dijera que no sino que además me montara un pollo y se lo contara a todo el mundo, aunque yo a ella la veía con interés pero como las mujeres son tan difíciles de entender.
La segunda hermana, Sara, cuando la conocí ya despuntaba. Tenía noviete y aunque era joven yo ya sabía que mantenía relaciones sexuales con él y eso me daba un morbo.
Y la tercera, Vanesa, a la que yo notaba demasiado suelta con los tíos.
Para no enrollarme mucho pasaré a deciros que Elisabeth, la mayor, se casó y se estropeó. No solo porque al tener hijos los cuerpos se estropean sino porque pasó a ser una mujer dejada y conformista, por lo que perdí interés sexualmente por ella.
Pero las otras dos hermanas, madre mía. Sara con la edad había cambiado de novio y había desarrollado las cualidades físicas que me gustan en una mujer. Caderas muy anchas, boquita sensual y un enorme y vistoso par de tetas. Y la pequeña además de parecerse en el cuerpo a su hermana inmediatamente superior, desarrolló otras habilidades que no quiero en una mujer, en la mía claro porque en una extraña… vamos que como ya apuntaba de niña era un poquito ligerita de casos, es decir, ...
... que le gustaba más una polla que a un niño un lápiz.
En fin, que un buen día la hermana mayor de traslado a una casa nueva con piscina y nos avisó a todos para ayudarle a hacer la mudanza. En uno de esos momentos de "tú te quedas aquí montando tal mueble y nosotros vamos a por más, estas te ayudan", me quedé solo en la casa con las tres hermanitas. Lejos de ayudarme a montar decidieron darse un baño ahora que el resto se habían ido. Así lo hicieron. En este momento recuerdo una imagen de las tres bañándose. Cuando Sara entró en el agua y notó el frío de esta, sus pezones se pusieron duros como piedras y puse observar la ubicación que tenían dentro de sus enormes tetas, en todo lo alto. La polla en aquel momento, y ahora al recordarlo, se me puso tan dura que tuve que dejar los muebles y ponerme tras una persiana a observarlas.
Creo que se dieron cuenta por lo que Vanesa provocaba a sus hermanas para hacer juegos y mostrarme un maravilloso culo en bikini. La única más recatada era Elisabeth que no hacía más que decirles que tuvieran cuidado que yo las estaba viendo.
De pronto Vanesa salió del agua se secó un poquito y entró en la casa. Antes de que pudiera darme cuenta estaba junto a mí.
-¿Te gusta lo que ves?
Yo no sabía que responder pero me lancé, "Pues claro, las tres me gustáis mucho y los sabéis". Cogió su teléfono móvil y llamo al resto que estaban haciendo la mudanza para informarse de donde estaban con la excusa de que se trajeran algo olvidado. Cuando ...